Con inmenso mural buscaron cambiar la gris cara de sector
Cerca de ocho metros de largo mide la obra autogestionada por tres jóvenes grafiteros.
Tres jóvenes grafiteros se juntaron para plasmar su arte en plena vía pública. El lugar escogido fue calle Chiguayante con San Ignacio de Loyola, donde en la fachada de una vivienda pintaron con sus propios medios un llamativo mural. De acuerdo a lo relatado por uno de los autores "acomodamos el proceso de evolución que estamos viviendo como artistas; la idea fue crear algo tan real como unas manos, o animales, para transmitir lo salvaje y lo natural", afirmó el ariqueño Nicolás Letelier Gatica, alias Diem.
La iniciativa nace con el objetivo de cambiarle la cara al paisaje. "Todas las paredes que tenemos a nuestro alrededor son cafés, grises, blancas, siempre es lo mismo; quizás ver un poco de color, a la gente le va a causar impacto, sentir algo diferente, o quizás se identifiquen, es un poco para darle color a la vida". afirmó Letelier.
La obra fue creada en conjunto por los jóvenes, que incluso recibió el aporte de un conocido artista de grafitis, Jasim Díaz Pérez, alias Mus, quien comentó "no conversamos mucho la idea, más bien fue algo que fluyó en el momento", asegurando que "justo yo fui a Arica a hacer un trabajo y aproveché de pintar el espacio del medio; quise hacerle un pez y luego le dimos atmósfera de agua" destacó el residente de Taltal.
No fue fácil conseguir el permiso para intervenir el muro. "Primero consultamos al dueño de casa, y él era arrendatario, así que me contacté con la dueña, le mostré mi portafolios, le conté la idea y al final de tantos rodeos accedió" comentó Diem.
Por su parte Jorge Monardes, alias Scrios, destacó que "lo atractivo del muro es que lo hicimos en una esquina súper visible, la superficie era buena, hartas personas lo ven, transita por ahí la gente que vive en los departamentos, en las casas, pasa la locomoción por ahí. Como grafiteros buscamos un lugar que sea visible".
Cerca de una semana se demoraron en realizar la obra, que aproximadamente mide ocho metros de largo y que fue autogestionada por los mismos autores, quienes invirtieron alrededor de 250 mil pesos en material para realizar dicho mural. "Pintar graffitis o hacer muralismo con spray es súper caro. La pintura no es barata, un galón puede salir fácil 12 o 15 lucas, dependiendo de la calidad; fácilmente un muro de esas dimensiones puede costar más de 200 lucas en materiales" comentó Scrios.
El principal objetivo de esto jóvenes es poder expresarse y dar color a la ciudad. "Antes este muro estaba rayado con mensajes políticos, mensajes de odio o simplemente con firmas, eso a la larga es contaminación visual" afirmó Mus, quien agregó "igual se entiende que hay gente que no está ni ahí y jamás va a apreciar un mural".
La obra, de acuerdo a declaraciones de los transeúntes, rompe la cotidianidad. "A veces la miro e intento imaginar qué quisieron decir pintando un pez, unas manos, una mujer y un pájaro, siempre pienso cosas distintas" afirmó Carlos, un vecino del sector.