La última provocación de Quentin Tarantino
El 22 de agosto llega a Chile "Érase una vez en Hollywood", película estrenada en Cannes que ha recibido elogios y críticas. Una nueva ucronía, centrada esta vez en el contexto de los crímenes de la familia Manson.
Para Quentin Tarantino la historia está compuesta por películas. Su filmografía se alimenta de ficción y a partir de "Bastardos sin gloria" (2009) su cine comenzó a recibir cuestionamientos. Así Tarantino se convirtió en un fabricante de ucronías (novelas históricas alternativas) menos interesado en ser fiel ante los hechos que en construir sus propios universos.
Para "Érase una vez en Hollywood", película que se estrenará en Chile el 22 de agosto, el director se vio enfrentado a una complicación mayor: meterse con un asunto delicado como son los asesinatos perpetrados por la familia Manson, debido a la susceptibilidad de los sobrevivientes de la masacre. "Nuestra tragedia familiar está siendo explotada por el bien del entretenimiento", advirtió Debra Tate, hermana de la malograda actriz Sharon Tate, antes de que el mismo Tarantino la tranquilizara explicándole que no hay intenciones morbosas detrás del proyecto. Pero faltaba convencer a Roman Polanski, esposo de Tate cuando ella murió asesinada junto al hijo que llevaba en su vientre. El mismo Tarantino aclaró que estaba todo bien en una entrevista con el medio Deadline. "Sentí que la trágica muerte de su esposa y de su hijo por nacer pasaron a tener una importancia histórica más allá de su tragedia personal.
No quise llamarlo mientras escribía el guión porque no quería pedirle permiso. De todas formas iba a filmarla. Sin embargo, se enteró de la película y un amigo en común me contactó y me dijo: ¿qué pasa con esto? Comentó que Roman no estaba enojado. No llamó furioso ni nada. Solo tenía curiosidad por saber qué era el proyecto".
Sin embargo, los reclamos aparecieron esta semana por otro lado: Shannon Lee, hija del legendario Bruce Lee, se sintió ofendida por el retrato que el filme hace de su padre. "Lo muestran como un idiota, arrogante, lleno de palabras huecas", argumentó, apelando también a la historia de una industria de hombres blancos y racistas. La controversia se vio de alguna manera potenciada por un mensaje que escribió el crítico estadounidense Jonathan Rosenbaum en redes sociales: "Si se pudiera resumir el mensaje de lo último de Tarantino en un solo eslogan, sería 'Make America Great Again'".
Lo cierto es que Tarantino sigue siendo el mismo de siempre: el amante de las digresiones y los diálogos absurdos, el provocador, el manipulador de tensiones y, sobre todo, un artífice del posmodernismo que mezcla el cine y la historia en su licuadora pop. "Erase una vez en Hollywood" -centrada en un actor venido a menos (Leonardo DiCaprio) y su doble de riesgo (Brad Pitt)- es también un homenaje a Hollywood, entendido como una fábrica de fantasías, egos, excesos y tragedia.
en "Érase una vez en hollywood" tarantino aborda el asesinato de la esposa de Roman Polanski.