Es fuerte ver que los chilenos en general, tenemos mano dura o al menos estricta, para no ser tan grave, cuando de política inmigratoria se trata. Al menos así lo reflejó la Encuesta Cadem del presente mes, quien señala que un 85% de los chilenos está de acuerdo con la política de restricción del gobierno, y en donde a modo de castigo, un 34% considera que a los extranjeros irregulares se les debe expulsar.
Creo que aún como sociedad, somos un país que nos impacta la llegada del extranjero de manera tan masiva, pero se entiende, pues siempre fuimos un país aislado, mientras que los grandes flujos migratorios fueron siempre a países como Argentina, Brasil y Colombia.
Sin embargo, mostramos ser acogedores cuando de niños se trata, puesto que, el 95% de los chilenos, cree que a los hijos de inmigrantes se les debe dar; seguridad, salud y educación. Pues, bien, un aplauso y miremos ahora lo que viene por delante, como ¿qué?, enseñar en los colegios la inclusión de festividades como la independencia, a modo de región latinoamericana, y no como país-polis-estado.
COP25 y el cambio climático
Nos enfrentamos a la amenaza de graves cambios ambientales globales. No nos queda otra, hay que lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, hay que limpiar los mares, hay que reducir la deforestación, debemos fomentar las energías renovables.
Somos la primera generación que está sintiendo los efectos del cambio climático, pero también somos la última generación que puede hacer algo para evitarlo. Es por esto que, ad portas de la realización de COP25 y de los problemas climáticos y ambientales que se han desarrollado en el país, tenemos un gigantesco desafío con Chile y con el mundo.
La Cumbre COP25 que tendremos en Chile, da "el punta pie" inicial para avanzar en que los países asuman compromisos más ambiciosos, más exigibles, porque los Acuerdos de París no son suficientes para evitar que el mundo siga transitando por un camino que puede terminar en tragedia.
Chile, ya ha sido posicionado dentro de los países más prometedores en energías renovables, nos adherimos al compromiso de 0 bolsas y cero papeles, nos comprometimos con el proceso de descarbonización, sólo como medidas previas a la cumbre.
Esperemos que la COP25, demuestre con seriedad y responsabilidad, que Chile es consciente de la tragedia que nos aqueja y, que estamos dispuestos a corregir errores, a través de buenas y mejores políticas.
Pablo González Mollo
Patricio Saavedra Bahamondes