Constanza Espinoza Morales
Palabras como "trabajadora", "amigable" y "querida" son algunos de los adjetivos que familia, amigos y conocidos utilizan para describir a Elvira Guarachi, quien falleció durante la tarde del miércoles de manera repentina, producto de un atropello fatal cuyo autor es un menor de edad que intentaba escapar con un auto robado.
Elvira es de origen boliviano, pero hizo toda su vida en Chile, era conocida entre sus vecinos por su emprendimiento, ya que a diario ella se ponía con su carrito en las afueras del Cesfam Enfermera Iris Véliz Hume, vendiendo sándwiches y bebidas a quienes transitaban por el sector. "Era una persona muy emprendedora, nunca estaba quieta, siempre quería hacer algo", así lo afirmó Senón Guarachi García, hermano mayor de la fallecida. "Era una bella y buena persona con todos, era muy jovial", comentó Maruja Vizcada, quien conocía a Elvira desde hace más 30 años y se refería a ella como su querida "comadre".
Le gustaba la jardinería
A pesar de su ocupada jornada laboral, Elvira encontraba el tiempo para cuidar las plantas del huerto que tenía en su casa, una pasión que le gustaba compartir con los suyos.
"Ella deja abandonado en Lluta un sitio que tenía en donde tenía sus plantas que cuidaba con cariño. Sin embargo, lo que más duele es que deje su hijita de más de 20 años, con quien era muy cercana", aseguró Senón Guarachi, hija que con esfuerzo Elvira pudo sacar adelante, ya que actualmente la joven estudia Administración de Empresas en la universidad. A sus 61 años, la partida repentina de esta mujer deja un vacío en quienes en vida la conocieron.
61 años tenía Elvira, quien se caracterizó entre sus vecinos por ser una mujer emprendedora y muy simpática.