Este fin de semana, el país vivirá nuevamente una jornada muy especial con el Día del Patrimonio. En lo práctico y concreto, es más que sólo un día; se trata de un fin de semana completo dedicado a conocer y acercar el patrimonio nacional a todas las personas, siguiendo una costumbre que en principio se había establecido sólo para el último domingo del mes de mayo.

Desde el año pasado, el Día del Patrimonio se vive sábado y domingo, como una respuesta al éxito que históricamente se ha asociado a esta jornada, en la que principalmente, edificios con larga historia y una serie de elementos relacionados con el Patrimonio, como museos y monumentos, abren sus puertas para toda la población.

Este año, la conmemoración es especial, porque se cumplen 20 años desde que esta iniciativa se pusiera en marcha. Chile fijó por Decreto Supremo de Educación N° 91 de 1999, el 17 de abril de cada año como Día del Patrimonio Cultural de Chile.

En el año 2000 este decreto dio paso a otro, para establecer el último domingo del mes de mayo como fecha de la celebración, de acuerdo al D. E. N° 252 del 02 de mayo de 2000. Es esta norma la que ha establecido esta fecha tan especial que viene a relevar el patrimonio nacional. Y desde 2018, no es sólo el domingo, sino dos días para relacionarnos con el patrimonio.

El concepto de "patrimonio" es muy amplio, y va desde la simple definición de los bienes y derechos de una persona natural y jurídica que se pueden heredar, hasta conceptos más complejos, relacionados con la "herencia" cultural de los pueblos, y al hablar de esa herencia, se involucra todo, desde las costumbres y el lenguaje, hasta las manifestaciones físicas y testimoniales. En otras palabras, todo aquello que en este caso, nos define.

Nuestra región es una zona de enorme patrimonio. Está el patrimonio natural. Hace sólo unos días, se declaró Monumento Natural al Picaflor de Arica, un patrimonio de esta región.

Lo mismo ocurre con las culturas que se mezclan y unen en nuestra región, las lenguas, las costumbres, las tradiciones. Todo forma parte de un patrimonio por el cual se debe luchar para evitar su desaparición y su dilución en el tiempo.

"Lo cierto es que no se trata sólo de un día. Es todo un fin de semana para poner atención en todo aquello que nos construye".

El 21 de mayo de 1879 es una fecha gloriosa, porque ese día la Ciencia, la Justicia y las Armas se enlazaron en supremo sacrificio, el abogado y Capitán Arturo Prat, el ingeniero Eduardo Hyatt y el licenciado en medicina Pedro Regalado Videla Órdenes.

Enrolado en la armada como cirujano a bordo de un débil buquecito de 400 toneladas y dos pequeños cañones llamado Covadonga, destinado a mantener el bloqueo del puerto de Iquique, el 21 de mayo Videla decidió descender a la cámara para preparar su instrumental para socorrer a los heridos; mientras bajaba por una escotilla, una bala de 300 del Huáscar atraviesa la nave por babor y le lleva las dos piernas, cayendo a la bodega, sin posibilidad alguna que alguien lo atendiera para cohibir la hemorragia profusa de sus arterias tibiales, al no haber otro cirujano a bordo.

Afectado por el shock circulatorio y la hemorragia que lo llevaba a la anemia aguda, alcanzó a dar instrucciones a un marinero para que le pusiera un torniquete. Mas, todo fue en vano pues había perdido mucha sangre, que al no ser repuesta hacía que el shock se tornara irreversible, agonizando desde las 9 de la mañana hasta las 22 horas en que se produjo su muerte.

Mientras tanto Condell maniobraba la Covadonga pegado a la costa para llevar a la gran Independencia a su destino fatal en los roqueríos de Punta Gruesa.

En medio de su dolorosa agonía el cirujano pidió que lo movilizaran a cubierta para mirar de frente al poderoso acorazado peruano, vencido por el ingenio y habilidad de los marinos chilenos.

Alcanzó a exclamar: "muero feliz, pues la causa de Chile queda incólume en manos de los chilenos que al igual que yo estarán dispuestos a entregar sus vidas por la grandeza de la patria."