MAFI (Mapa Fílmico de un País) es una organización sin fines de lucro que busca retratar Chile a través de una red de realizadores repartidos a lo largo del país. Ese trabajo se ve reflejado en un mapa virtual gráfico (disponible en Mafi.tv) que despliega videos cuando uno marca un territorio con el cursor del computador. Se trata de planos fijos que invitan a observar. Como el mismo grupo afirma: "La mirada MAFI se caracteriza por capturar fragmentos documentales que invitan a detenerse a mirar, reivindicando el valor expresivo de la imagen como forma de pensar la realidad".
No es de extrañar que de esos registros agudos surgiera un documental como "Propaganda" (2014), centrado exclusivamente en la campaña presidencial de 2013. Ahora, el colectivo liderado por Christopher Murray ("El Cristo ciego"), y en cuyas filas militan realizadores de la talla de Maite Alberdi ("La once") y Pelayo Lira ("Reinos"), estrena otro compilado de contemplaciones. Se trata de "Dios", estrenado en el festival suizo Visons du Réel, donde obtuvo el premio del jurado joven.
Son fragmentos de observación hechos durante la visita a Chile del Papa Francisco en enero de 2018.
El viaje se dio en tiempos críticos. "Sucedió en un momento histórico de cuestionamientos, crisis y fractura de la sociedad chilena con la Institución de la Iglesia Católica. Era una oportunidad para ver qué sucedía", ha dicho Murray como vocero de un colectivo que sale a las calles -de norte a sur- para buscar momentos singulares, ya sea por la fuerza del registro, la carga simbólica de las imágenes o el absurdo de cada día.
Sin mover la cámara, y evitando operaciones demasiado discursivas, MAFI sale a la caza de momentos, ofreciendo un gran puzle para armar. Todas las postales valdrán la pena y algunas quedarán ancladas en el recuerdo. Algunos ejemplos: Francisco hablando por una pantalla en medio del Paseo Ahumada, un grupo de enfermos dialogando sobre Dios en las camillas de un hospital, un cura del Barrio Alto bautizando una piscina, la venta callejera de merchandising papal, un Barney bailando en medio de una ceremonia evangélica, un comediante lanzando chistes sobre Jesús en la tarima de un bar de stand-up comedy, dos monjas escuchando al Papa con suspicacia, mapuches evaluando la visita con una perspectiva histórica o un moribundo preguntando cuánto tiempo le queda.
Inteligentemente montadas, las escenas arman un viaje que tiene tanto humor como espesor dramático.
Es un paseo dinámico a través de un evento que nos enfrenta a los matices de la devoción religiosa y, en último lugar, a las contradicciones, desigualdades, obsesiones y curiosidades del país.