Julia Navarro se levanta a las 5 de la mañana y escribe hasta las 9. Luego hace yoga, sale a caminar junto a su perro, y después de almorzar vuelve a escribir. Con esa rutina ya ha escrito siete novelas y cinco libros periodísticos. "Tú no matarás" es el último libro de la escritora española conocida por poner historias en las librerías que se venden como pan caliente. Es hija de un periodista que no la dejó ser bailarina y trabajó 35 años como reportera de televisión y agencia. Comenzó a escribir ficción mientras cuidaba a su hijo pequeño en unas vacaciones. Al leer un obituario se le empezó a colar una historia en la cabeza que se convirtió en "La Biblia de barro (2005)".

¿Por qué escribe? Ella, Julia, lo explica así: "El último misterio sobre la Tierra es el hombre. Hemos navegado por los mares, atravesado desiertos, indagado en las selvas y cruzados los hielos. Sabemos muy bien cómo es este planeta, pero no sabemos todavía quiénes somos. A mí lo que me interesa es abordar la condición humana y eso es lo que hago en todas mis novelas, los por qué. En esta abordo el peso de la conciencia".

- ¿Le molesta ser best seller?

- Odio la palabra Best Seller. Primero, porque creo que los best seller no existen. Si me dicen '¿escribes best seller?', respondo 'no, escribo libros'. ¿Qué va a pasar con esos libros?, no lo sé. Nadie tiene garantizado que va a vender libros. Sería muy fácil, mezclas ingredientes y ya está la fórmula del mago Merlín. No existe. Hay libros extraordinarios que se venden por miles. Libros que no valen nada y que se venden por miles. Libros fantásticos que no se venden y libros horrorosos que tampoco se venden. No hay una fórmula. Creo que el afán que tenemos los que escribimos es comunicarnos con los demás, porque si no, no escribiríamos. Uno nunca sabe quién va a estar ahí. Si cuando el libro llega a la mesa de las librerías van a haber o no lectores. De manera que calificar a alguien de escritor de best seller, no. Es un escritor que a lo mejor tiene la suerte de conectar con los lectores. Yo cada vez que saco una novela tengo el sentimiento de que me la juego, empiezo de cero. No doy nada por hecho porque sé que no puedo. El juicio de los lectores es libre y que les haya gustado uno no significa que les vaya a gustar el otro.

En blanco y negro

Para Julia Navarro escribir este libro no fue fácil. Situarse en la guerra civil española supuso un viaje al pasado donde empezó a ver la realidad "en blanco y negro" y se conectó con muchas de las tristes vivencias por las que atravesaron sus abuelos.

"Para mí ha tenido un enorme coste emocional, porque cuando yo empezaba a viajar a esa España de los años 40, tenía la sensación de estar sumergiéndome en una película en blanco y negro. Uno conoce la historia y sabe lo que pasó, pero cuando buscaba pequeños detalles de cómo era la vida cotidiana, era como una manera de tocar el sufrimiento de las personas a las que les tocó vivir esa etapa. Y les tocó vivirla a mis abuelos y no es que ellos hablaran en casa de lo que había sido la guerra civil, yo era pequeña y no tengo recuerdos precisos, pero esa sensación de que mis abuelos vivieron en esa España de dolores sumergidos, esa España de depresión, esa España de fusilamientos, yo me sentía realmente afectada".

- ¿La literatura le sirvió para capear las emociones?

- La literatura es un salvavidas. En los libros está todo. Los libros tienen el poder de transportarte a otros paisajes, de conocer otras maneras de pensar, de conocer a otra gente. Desde ese punto de vista, los libros ayudan a salirte de tu propia realidad para sumergirte en otra distinta.

- Háblenos de los personajes de "Tu no mataras".

-Este es un libro de libros. Es un libro donde los protagonistas son libreros, editores y poetas. La poesía está presente desde la primera hasta la última página. Los protagonistas de "Tú no matarás" son Fernando, Catalina y Eulogio. Tres jóvenes que crecieron juntos, que emprenden un viaje incierto para escapar de la guerra y de sí mismos con la esperanza de un futuro mejor en busca de su Ítaca, como relata el poema del griego Constantino Cavafis.

- ¿Son similares los problemas juveniles del siglo XX comparados con los del siglo XXI?

- Los problemas del siglo XXI son problemas nuevos.

La sociedad ha cambiado. Han cambiado los paradigmas porque las nuevas tecnologías han revolucionado absolutamente todo. El que no cambia es el ser humano. Sigue siendo el mismo que el de principios de los tiempos. Está hecho de retazos de amor, odio, compasión, avaricia, mentira y tantas otras cosas. Creo que, aunque los problemas sean nuevos, el ser humano es viejo. Pienso que los jóvenes del siglo XXI, van a hacer todo lo posible para que este mundo no sea peor y no se cometan los errores que se han cometido.

- Hablando de este siglo ¿no le dio miedo sacar un libro de casi mil páginas?

- Una pantalla significa que a cada segundo hay una imagen distinta, entonces nos estamos acostumbrando a que en cada segundo tiene que pasar algo distinto, eso está creando a niños con problemas de hiperactividad y ansiedad. Naturalmente, escribir un libro de casi mil páginas, es un desafío. Porque para leer uno necesita estar a solas consigo mismo y significa que tú eres la pantalla; tú pones los colores, las imágenes y tienes que rellenar con tu imaginación lo que te está contando el autor del libro. Espero que siga habiendo gente que es capaz de estar a solas consigo mismo.

- ¿Cuál es su Ítaca?

- Nunca llegaré a mi Ítaca. Mi Ítaca era haberme convertido en bailarina de ballet