El bien común por sobre el interés económico
Arica tiene la posibilidad única de decidir su futuro, de cómo crecer en población, hacia donde fortalecer su economía, pero sobre todo de armonizar la convivencia entre el medio ambiente, la tecnología y el ser humano. Oportunidad única que solo se puede alcanzar en la medida que todos los actores (estado, privados y sociedad civil) pongan sobre la mesa el interés superior de Arica, por sobre el particular.
Frente a esto, me llama la atención la fuerza con la que algunos los movimientos empresariales han surgido en contra del nuevo Plan Regulador Comunal, donde solo se lee en su demanda un interés económico, por sobre el bien común de la ciudad. Instalando mitos como que se cerrarán todas empresas y aumentará el desempleo, por la modificación a zona mixta del suelo en la hoy subutilizada zona industrial.
El cambio de uso de suelo y la creación de una zona industrial y logística hacia el sector norte de la ciudad, busca por ejemplo que de aquí a las próximas décadas, Arica deje se sufrir las consecuencias del paso indiscriminado de camiones en nuestras poblaciones y su daño a calles y aceras. Permite además contar con más paños de terrenos para la construcción de viviendas sociales y para la clase media, reduciendo así el grosero déficit habitacional que sufre nuestra población.
Es urgente no caer en la caricaturización del ordenamiento territorial de nuestra ciudad. No estamos en contra de la industria, por el contrario, siempre será bienvenida, en la medida que respete nuestro medio ambiente y sobre todo el bienestar de las personas.
Arica ha sido víctima de malas decisiones por intereses centralistas, económicos y geopolíticos. Por eso hoy no debemos dejar pasar la oportunidad que Arica no sea la segunda ciudad con mejor índice de bienestar territorial en el norte, sino que sea la primera y está en nuestras manos ser artífices que ocurra aquello.