Ha salido en una serie de publicaciones, tanto profesionales como de circulación masiva, una noticia que el gobierno del país hermano de Bolivia desea que se completen los tramos faltantes de un ferrocarril interoceanico, entre el Atlántico y el Pacífico. Una perplejidad que rodea ese proyecto es el hecho que nada necesita transportarse entre los dos océanos.
Pero llama la atención, además, que el terminal occidental contemplado de ese proyectado ferrocarril es el puerto de Ilo, más bien que el de Arica. Si el terminal fuera Arica, no habría que construir nada al poniente del Altiplano, puesto que ya existe un ferrocarril, de trocha métrica, entre Viacha, Visviri y Arica. No está actualmente ocupado, en todos sus tramos, pero sí existe.
Por otro lado, entre Viacha e Ilo no hay, y nunca hubo, ferrocarril alguno. Y, en todo el Perú, no hay, y nunca hubo, ferrocarril alguno de trocha métrica, que es la contemplada para todo el ferrocarril interoceanico proyectado.
Don Evo Morales, Presidente de Bolivia, está actualmente en los Emiratos Árabes, buscando financiamiento para su proyectado ferrocarril. Considero que no lo va a conseguir, puesto cualquier inversor potencial, sea de los Emiratos o de otra parte, le va a preguntar por qué desea hacer un ferrocarril nuevo, entre Viacha e Ilo, más bien que aprovechar el existente, desde Viacha a Arica.
El celular
Qué duda cabe que la sociedad actual está dominada por lo que se dado en llamar los teléfonos celulares, o, simplemente, el celular. Qué más democrático que un celular: lo usa todo tipo de gente, sin importar su posición social, credo político: derecha, izquierda, de centro, extremistas o independientes. Aquí no vale ni estilo de vida, grado de instrucción, estatura, si es del Colo Colo o de la Chile, o de la Católica, o su grado de religiosidad. El celular también se usa como "ayuda memoria" en las pruebas y exámenes escritos. La persona recurre a él en la consulta médica, cuando va manejando, solo o acompañado, en el restorán, en la playa o en la montaña; en la cama antes de o después de acostarse a dormir: lo dejan prendido "porsiaca".
Sagradamente lo usan en la iglesia ¡No vaya a ser cosa que nos llame Dios y cometamos la falta de respeto de tener el celular apagado!
Se cumple, de esta manera, la observación de un ayudante de Graham Bell, en la segunda mitad de siglo XIX, cuando informó que el ideal es que "todo el mundo lleve un teléfono del tamaño de un reloj y que si llamamos a alguien y no contesta la única razón es que haya muerto". Podemos decir que su aspiración de partir de este mundo con un teléfono del tamaño de un reloj en la mano, o en el bolsillo, se ha hecho realidad.
Ian Thomson Newman
economista de transporte
Mauricio Pilleux Dresdner