Una cosa es que Chile según un estudio del año 2016 efectuado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) está en el segundo lugar a nivel latinoamericano y en el primer lugar en el sudamericano en cuanto a la esperanza de vida de sus habitantes, esta corresponde a 79,5 años, solo superado por Costa Rica, esto es Cantidad de vida. Pero otra cosa es que Chile también tenga a la par el mejor ambiente para con sus mayores, de su tercera edad, de la cual mucho se habla, pero poco se concreta, en especial de los más vulnerables, que día a día aumentan, atendiendo principalmente temas como su salud integral, sus pensiones, su entorno, etc., eso es Calidad de vida. Cabe destacarse la excelente posición de Chile en los rankings citados, pero si no van de la mano Cantidad de vida con Calidad de vida, para nuestros adultos mayores, es una clara señal para nuestras autoridades que no es momento para celebrar, más bien de trabajar y trabajar para que en ambas características, nuestro Chile muy pronto sea el mejor...
¿Tiene razón el Ministro de Salud?
Las Isapres ajustaron el precio del plan base en un 5,1%. El Ministro habló de una caja negra en la fijación de precios ¿Tiene razón? Veamos. Las alzas de precio real (fijado en UF) se basan en el aumento de costo de sus planes por: Incremento de precios prestaciones respecto año anterior 4,7%, aumento de frecuencia de uso de los servicios 0,78 por persona al año y aumento uso de licencias médica de 0,5 días por cotizante/año.
Las Isapres han explicado que el aumento se produce por envejecimiento de los afiliados, uso de tecnologías caras, medicamentos de alto costo y reposos más largos. Toda la información estaría disponible en la Superintendencia, por lo que el Ministro de Salud se habría excedido en sus juicios. Sin embargo, no es totalmente cierto, ya que el país y el Ministro, tiene la mitad de la verdad. Lo que no se ha explicado por las Isapres y la Superintendencia de Salud es "el por qué se han disparado las frecuencias de uso de prestaciones a 26,58 por persona al año". Esto no se explica sólo por las razones dadas por las Isapres y el superintendente, sino que también se explican por el modelo de negocio equivocado de las Isapres de planes basados en libre elección de especialistas con modelos de compra inflacionarios preferentemente de pago por acto médico y por no hacer gestión de riesgo de sus afiliados que controlen costos.
Hay una parte de responsabilidad de las Isapres que no sabemos exactamente cuánto es en este incremento de costos, y que traspasan a precio debiendo hacerse cargo. Es responsabilidad de esta industria y de la Superintendencia transparentar esta "caja negra". Si la reforma no contempla incentivos para cambiar el modelo de negocio y la transparencia de los aumentos de precios los problemas no se resolverán y tampoco mejorará la solvencia del sistema.
Héctor Sánchez,
Instituto de Salud Pública, U. Andrés Bello
Luis Enrique Soler Milla