Ayer, en el Salón de Eventos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Tarapacá, se realizó la primera Sesión del Comité Regional de Cambio Climático de Arica y Parinacota, donde se habló de las causas, las consecuencias y las medidas que se deben tomar acerca de las lluvias estivales que afectaron a la región en el pasado verano.

Durante la actividad, Oliver Meseguer, doctor en geografía y académico del departamento de Ciencias Históricas y geográficas de la UTA expuso sobre las explicaciones climáticas que originaron las lluvias estivales de febrero. "Señalo que fue la suma de dos factores: las causas habituales que generan estas lluvias en el altiplano en verano y el efecto de una pequeña configuración local de baja presión en la costa, asociada a una temperatura superficial del mar superior a la habitual que provocó flujos, que sumadas a la precipitación del Alta de Bolivia, provocaron que las lluvias fueran más intensas y cayera en lugares donde nunca llueve", dijo.

Más precipitaciones

Además, Meseguer explicó que "la ocurrencia de un evento extremo no puede ser atribuido siempre al cambio climático, sin embargo en el futuro, viviendo en un contexto con una atmósfera más húmeda porque va a estar más caliente, estos fenómenos van a ser más frecuentes, no sabemos cuándo, pero sabemos que ocurrirá".