Mechoneos
Las escenas de jóvenes que deambulan por la calle sucios, malolientes, manchados, pintados y vestidos sólo con bolsas de basura, es común por estos días no sólo en Arica, sino que en distintas ciudades del país donde existen planteles de educación superior. Se trata de los debutantes en universidades e institutos, los "mechones", que son víctimas de esta tradicional forma de darles la bienvenida.
Esta manera que tiene los estudiantes antiguos para recibir a sus nuevos compañeros, se distancia de manera enorme de otras formas que han establecido algunas carreras en específico, para dar la bienvenida a los novatos y novatas.
Por ejemplo, hace sólo unos días fue nuevamente noticia nacional el llamado Mechoneo ecológico", mediante el cual estudiantes de la carrera de Agronomía de la Universidad de Tarapacá, se reunieron en la Puntilla de Chinchorro para realizar una intensa limpieza del borde costero del sector, recolectando una serie de elementos y basura contaminante.
Qué distinto es organizar este tipo de recepciones, que se transforman en un aporte a la comunidad, a la sociedad, respecto de otras en las que los muchachos y muchachas terminan deambulando por las calles pidiendo monedas, en condiciones lamentables, como siempre, con su ropa destruida, manchada, descalzos; una situación a todas luces, indigna.
Es muy llamativo y hasta contradictorio que este tipo de acciones continúen en medio de una sociedad que se preocupa cada vez más por los derechos de las personas, por su buen trato, por su bienestar. Los "mechoneos" que se ven por estos días, no se ajustan a aquellas declaraciones de distintos grupos de nuestra sociedad, especialmente jóvenes, que hablan del respeto por la dignidad de las personas.
Tampoco se ajustan al respeto que se le debe a las mujeres, muchas de ellas jóvenes, casi adolescentes, a quienes se les ve por las calles en condiciones vejatorias, víctimas de tratos denigrantes. Sin duda se trata de acciones sobre las cuales los planteles deben poner atención y también los mismos jóvenes, tanto quienes organizan, como quienes aceptan y hasta validan estos actos.