Chile y la felicidad
Esta semana se conocieron los resultados del Reporte Mundial de Felicidad que realiza cada año entre los países de todo el planeta la Organización de Naciones Unidas. De acuerdo al estudio, Chile es el país más feliz de Sudamérica y el tercero más feliz de Latinoamérica, ubicado detrás de Costa Rica y México.
Los resultados a nivel subcontinental se vienen repitiendo hace años. Desde 2017 ya que nuestro país estaba en el primer puesto en este reporte de la felicidad, tal como también ocurrió el año pasado. Sin embargo, la actualización de 2019 muestra una caída en el ránking general de un puesto.
En la clasificación general, que es liderada por Finlandia, nuestro país está en el lugar 26, de modo que bajó un puesto respecto a la ubicación en la que se encontraba en el reporte del año pasado y en donde estaba para el año 2017. En otras palabras, se puede decir que Chile no ha mostrado mejoras en esta clasificación, a pesar del buen lugar en el que se encuentra en el contexto continental.
El reporte de felicidad, evidentemente, abre un campo para el debate y el análisis. Este evalúa la calidad de vida de las personas mediante una serie de variables de bienestar subjetivo. Para la versión 2019, la entidad se centró en "cómo ha ido cambiando la felicidad en los últimos 12 años y cómo la tecnología de la información, el gobierno y las normas sociales influyen en las comunidades", según se informaba a través del portal Emol.
También se evalúan otros factores que son más cuantificables y menos subjetivos, como la educación, la eficiencia de los gobiernos, la expectativa de vida o la corrupción. Así, la ONU mide los ingresos (PIB per cápita), una esperanza de vida saludable y el apoyo social. Toman en cuenta, además, la libertad, la confianza y la generosidad a la que están expuestos los habitantes de cada país.
Chile debe poner su mirada en aquello que nos hace felices. En una sociedad en la casi el 50% de la población reconoce algún síntoma de depresión, según un estudio dado a conocer el año pasado, los resultados del reporte deben llamar a revisar qué efectivamente nos hace felices, para solucionar aquello que nos frustra.