Humor en crisis
No hay duda que todo, o casi todo, en nuestro país está en crisis. Prácticamente ningún estamento o institución ha escapado o ha sido una excepción a una realidad que nos está golpeando severamente. Desde altos organismos, sean públicos o privados, una sucesión de malas prácticas se ha posesionado en nuestra sociedad, lesionando la fe pública y la idea -errada por cierto- que éramos los mejores de Sudamérica, los probos e impolutos; verdaderos ejemplos de virtud republicana, de honestidad ciudadana, de integridad en el servicio público, vocación que muchos dicen profesar, pero que sólo queda en una simple lisonja y nada en la práctica; al contrario, se diluye al compás de intereses personales que muchas veces van más allá de lo ético y, lo peor, traspasan los límites de la legalidad.
Lo anterior, no sólo afecta a instituciones que conforman el aparataje y funcionamiento del Estado, sino también a otras organizaciones sociales y religiosas, que necesaria y fundamentalmente deberían ser una reserva moral e infranqueable, basada en sus propios principios doctrinarios, pero que sin embargo son transgredidos escandalosamente día a día y en cada jornada sus noticias nos impactan casi hasta perder la capacidad de asombro.
Hoy en día hasta la práctica del humor está en crisis; lo que se supone debe ser motivo de comicidad y entretenimiento y por ende, el ejercicio de una catarsis colectiva y liberadora, no se encuentra ausente de polémica, transformándose en un motivo de desencuentro y descalificaciones y un ingrediente más para la elaboración de trincheras antagonistas, donde se encuentran absurdamente frente a frente los distintos estilos y su cultores; por un lado la vieja guardia o de los contadores de chistes versus los relatores del nuevo género de la comedia en vivo, (stand up comedy), olvidándonos del sano ejercicio de la risa.
Por cierto, en cuanto a las crisis en general no debemos conformarnos con el viejo chiste de don Otto, que vendió el sillón del oprobio, sino que enfrentarlas con decisión y fuerza.