A fines de enero comenzó a implementarse la ordenanza "Por la razón o la multa", propuesta por el municipio ariqueño y aprobada por el Concejo Municipal, que busca hacer uso de las más de 60 cámaras de televigilancia con la que cuenta el gobierno comunal, para controlar una serie de transgresiones a las normas que rigen a la comunidad, desde el tránsito hasta las buenas costumbres.

Lamentablemente, a pesar de las diferentes campañas que se han realizado para poder conservar el aseo de la ciudad, respetar las señalizaciones del tránsito en cuando a los lugares para estacionar, o incluso, aquellas que buscan evitar que los vehículos terminen sobre las veredas, lo cierto es que cada uno de estos aspectos no es algo que en general la comunidad asuma con compromiso y responsabilidad.

Prueba de ello es que se trata de los principales motivos por los cuales la ordenanza "Por la razón o la multa" ha entrado en pleno funcionamiento y anotando ya resultados. Un informe dado a conocer por el mismo municipio, detalla que desde que se inició la ordenanza ya se habían cursado 43 infracciones hasta principios de semana.

Según lo informó el municipio, incluso hay quienes se han aventurado en sus vehículos por vías restringidas, como es el caso de calle Colón, que es principalmente peatonal. Sin embargo, dentro de lo que son las fiscalizaciones y las mismas multas, extrañan las pocas sanciones por botar basuras en horarios o lugares que no corresponden. Sólo tres desde que se implementara esta iniciativa.

Todos los días, en distintos sectores de la ciudad, hay vecinos poco comprometidos con Arica y francamente sucios, que dejan escombros y desperdicios el cualquier lugar. El caso es que si estos sectores se encuentran cubiertos por cámaras de vigilancia, o si son frecuentemente visitados por inspectores. Más aún, si vecinos dispuestos a denunciar y qué respuestas tienen estas denuncias.

Ordenanzas como ésta son un avance, pero la fiscalización, la denuncia y sus resultados, son aún tarea de toda la comunidad.

Nuestro Carnaval Andino Con la Fuerza del Sol cumplió mayoría de edad y como muestra de su madurez y fortaleza vimos como a pesar de las precipitaciones en Arica, desbordes de ríos, aluviones y cortes de caminos en valles y en la zona andina de nuestra región; fuimos capaces de sacar adelante esta fiesta que ya es un ícono para Chile y la región Latinoamericana. En respuesta a esto, el sol nos regaló sus mejores rayos para hacer brillar la décimo octava versión del carnaval y junto con ello, el estreno de la Corporación Municipal Costa Chinchorro, que con mucha convicción y compromiso logró apalancar más de 85 millones de pesos en auspicios que le pusieron pantalones y vestidos largos al tercer carnaval más grande de Sudamérica.

Un carnaval diferente, solidario, donde bailarines y público donaron alimentos no perecibles que mandaremos a las comunas rurales afectadas por las lluvias estivales.

Fueron más de 16 mil personas puestas en escena por la Federación y la Confraternidad; más de 960 mil personas alcanzadas en Facebook; un público que superó los cien mil asistentes por día y un aporte económico a la ciudad que se estima en más de mil 500 millones de pesos. En suma, una fiesta necesaria de hacer y cuya suspensión hubiera significado un golpe social y anímico para nuestro territorio y sus personas.

Son 18 años de miles de rostros comunes y anónimos que con meses de ensayos en estacionamientos, multicanchas y plazas de Arica, en tres días de fiesta transforman a nuestra ciudad en el punto de encuentro de América indígena y morena.

Son nuestras calles el gran escenario donde la música, colorido, alegría, diversidad y tradiciones hacen del Carnaval Andino con la Fuerza del Sol uno de los más grandes del Pacífico Sur.