Conductores agresivos
Diversos estudios, como el del Automóvil Club de Chile o el del Club Europeo de Automovilistas de Chile (CEA), sitúan al conductor chileno como el más agresivo de Latinoamérica. Lamentablemente, esta realidad se vive día a día en las calles, y nuestra ciudad no es la excepción.
Una muestra de este hecho es el violento ataque que sufrió un conductor el fin de semana, luego de que chocara accidentalmente a otro vehículo. De las palabras y la discusión se pasó a la violencia y la víctima fue agredida con un objeto contundente en su cabeza, quedando en estado grave.
Así como éste, hay muchos otros episodios similares en el tránsito, en el que de los insultos y las discusiones se pasa a las riñas y agresiones físicas, lo que da cuenta de la intolerancia, el estrés y la agresividad contenida tras el volante, y que revienta ante cualquier situación que se puede manejar de manera más cuerda.
Según el estudio del Perfil del Conductor Chileno, elaborado por Automóvil Club de Chile correspondiente al año 2014, el 25% de los encuestados declara que maneja de manera ofensiva; el 93% ha tenido algún evento violento en los últimos tres años con otro chofer o con otro usuario del sistema vial. A esto se suma que el 60% de los chilenos urbanos exceden las velocidades máximas en 20 kilómetros por hora.
El CEA, en su caso, publica un artículo en el que da a conocer que el 90% de los conductores ha protagonizado algún altercado con algún automovilista violento, mientras que más del 20% de las personas sale a la calle con disposición para enfrentarse con otro conductor.
En Arica, con parque automotor que ya supera los 80 mil vehículos, los episodios violentos entre conductores pueden hacerse mucho más frecuentes, debido a que también se suman factores externos que han sido identificados por los especialistas. Entre ellos, y principalmente, una infraestructura vial incapaz de contener tantos autos y de mantener flujos razonables.
La educación de los conductores nuevamente se hace indispensable, como también mayores exigencias para otorgar licencias, en cuanto a la aptitud y la actitud de quienes se ponen detrás del volante.