En diciembre del año pasado, una pareja terminó en Urgencias después de un paseo por las cuevas de Anzota, ya que peñascos se desprendieron y cayeron sobre sus cabezas. Hoy, la historia habría sido distinta, pues al ingresar al sitio se entrega un casco de seguridad para realizar el paseo por los senderos.

Desde septiembre, la Corporación Municipal de Fomento Productivo asumió la concesión del lugar. Para ello, implementaron diversas medidas relacionadas con la seguridad; una de ellas, la entrega de cascos y el registro de quienes visiten Anzota.

"Esta es una zona de alto riesgo y requiere un plan de manejo que no existía. Actualmente estamos entregando cascos para quienes paseen por las cuevas, considerando además que solo está permitido un máximo de 120 personas, pues más podría ser riesgoso en caso de sismos, por ejemplo. Estas son acciones que a través de la corporación se están haciendo", explicó el alcalde Gerardo Espíndola.

Ayú San Martín, director ejecutivo de la Corporación Municipal de Fomento Productivo también destacó la presencia de cuatro trabajadores que vigilan el lugar durante las 24 horas del día.

"Hace una semana encontramos dos nuevos rayados en la última cueva y los pudimos recuperar gracias a los vigilantes que los detectaron de inmediato. Creo que tenemos que llegar a un modelo de gestión más eficiente y estamos avanzando en este sentido", finalizó.