Nos encontramos en la etapa final del año escolar. Para algunos está es quizás, la última etapa para demostrar que haciendo un esfuerzo adicional, podrán lograr las metas en cada una de las asignaturas y así, alcanzar la anhelada promoción, o bien se realizarán los últimos esfuerzos para mejorar los puntajes en la PSU.

Ya casi no queda nada de clases, pero en este período cada nota que obtienen los estudiantes cobra mayor relevancia pues cada vez son menos las evaluaciones que hay que enfrentar.

Es el tiempo de hacer el último esfuerzo, de cumplir con los pendientes, de avanzar en el conocimiento necesario, es el tiempo para conversar los temas pendientes con los profesores, para hacer amigos y amigas, para socializar y para disfrutar todo lo bueno que tiene el colegio.

Este tiempo además coincide con el último periodo que estamos viviendo dependiendo de las decisiones, -buenas o malas-, que se toman con un criterio diferente al técnico pedagógico.

La Desmunicipalización se materializa día a día en nuestra región. Con ella vienen los nuevos tiempos en que los educadores podamos tomar las mejores decisiones sin la interferencia política, que es tan innecesaria como indebida, de manera que podamos concentrarnos sólo en la mejora de la calidad y así avanzar a paso firme en la mejora de las oportunidades para todas y para todos los usuarios de nuestro sistema educativo, que está al servicio de estas necesidades.

Por eso, más que antes, debemos aprovechar este tiempo, el último tramo del año escolar, porque pasará "volando"...

La determinación del Tribunal Ambiental de Antofagasta, de decretar el cierre definitivo del proyecto minero Pascua Lama, pone a fin a la larga y tortuosa historia de esta iniciativa que se enclavaba en la cordillera de Atacama específicamente bien al interior de la Provincia del Huasco, justo en el límite con Argentina.

Se trataba de una iniciativa tremendamente ambiciosa, dadas las condiciones geográficas en donde se encontraba el yacimiento, y considerando que en la zona se hallaban glaciares que luchaban por conservar sus características.

La historia de Pascua lama se remonta a los años 90 del siglo pasado, cuando comenzó a asomar nuevamente la posibilidad de su explotación por Barrick Gold, que en esos momentos operaba El Indio, en la región de Coquimbo. El proyecto encajó justo en el Tratado de Integración y Complementación Minera, que suscribieron Chile y Argentina, convirtiéndose en uno de los ejes fundamentales de este acuerdo.

Sin embargo, mientras todas las variables políticas y económicas jugaban a favor, aspectos ambientales y sociales se transformaron en los principales obstáculos. Pascua Lama tuvo el permanente rechazo de comunidades del Huasco. Rechazo que ganó fuerza y fundamento cuando se detectaron graves errores e incumplimientos en el proyecto, de tal manera que quedó suspendido, a lo que se sumaron los altos costos que seguía demandando una iniciativa que estaba claramente en entredicho. Una incertidumbre que se mantuvo hasta el pasado viernes, cuando el tribunal ambiental determinó su cierre.

El caso de Pascua Lama pasa ahora a formar parte de los antecedentes dignos de analizar en la minería chilena, en varios aspectos, muchos de los cuales se relacionan con nuestra región de Arica y Parinacota.

En un sentido, puede resultar alentador que la institucionalidad ambiental en Chile haya dado una muestra tan determinante como la de clausurar este proyecto. Pero a la vez, es ineludible tener en cuenta que la minería no puede pasar a llevar las prerrogativas y derechos tanto ambientales como sociales, especialmente cuando no están dadas las condiciones para el desarrollo de iniciativas tan aventuradas.