el disparate del emperador

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Cuenta la historia que el emperador Francisco José I de Austria tuvo un antojo. Una noche pidió un postre, por lo que su cocinero armó uno con los ingredientes que tenía a mano. Fue así como creó un bizcocho esponjoso que a la hora de servirlo, se desarmó, tomando el nombre del "Disparate del emperador". Los padres del 4° básico A replicaron la preparación acompañándola con frutos rojos.