Mario Narváez V.
El 31 de agosto, un disparo complicó la salud de un joven de 21 años, quien finalmente la tarde del viernes, y tras agonizar 14 días, no aguantó más y falleció.
La historia es de Bryan Nicolás Bañados, quien esa fecha, recibió un impacto balístico al interior de su domicilio en la Población Flor del Inca, impacto que aún deja dudas, ya que el joven perdió sus signos vitales varios días después del ataque.
Resulta que la tarde del viernes y justo después de que Bryan perdió todo signo vital, supuestamente quienes conocían a la víctima fatal habrían llegado hasta la UCI del hospital regional para encarar a los médicos de turno, argumentando no tener respuesta por lo sucedido.
"Sabemos que él tenía muchos, pero muchos amigos, pero también sabemos que lo que ocurrió al interior del hospital no fue parte de nuestra familia. Es la muerte de un ser querido, donde con sentido común, sus familiares se pueden descontrolar, pero no es como dicen en las redes sociales, que teníamos armas o que poco más teníamos secuestrado al doctor a cargo. Somos humildes, pero gran parte profesionales y concientes", explicaron desde la familia.
Lo concreto es que la Brigada de Homicidios de la PDI (BH) es la que indaga en el tema, "ya que se comprobó un impacto de bala en el cuerpo, hecho ocurrido a fines del mes pasado, pero que tuvo una larga data de antecedentes, hasta la muerte de la víctima, ocurrida la tarde del viernes", explicó el subprefecto Carlos Bartheld, jefe de la BH.
¿hubo negligencia?
Desde el Hospital Dr. Juan Noé, su director (s), Juan Urrutia, hizo un llamado a los pacientes que se registran constantemente en el centro asistencial a saber que "son incidentes que a pesar de que son incidentes graves y no queremos que se repitan, brindaremos la mayor seguridad posible tanto a ellos como a sus familias", dijo.
Agregó que ¿en cuanto a negligencia? Se realizará una auditoría para deteminar el deceso del paciente, a nivel de transparencia del servicio.