"Una capacidad admirable para ser feliz y hacer feliz"

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Julio Vargas Lobos es deportista, pero también lleva décadas en la docencia.

Hoy como director de la Escuela Centenario, fue uno de los primeros que llegó con la corona de caridad hasta la unidad castrense, para ser parte de la ceremonia de despedida de Alexandra, quien trabajó desde 2013 hasta el año pasado en ese establecimiento. "Tenía una facilidad para relacionarse, increíble, y otra admirable para ser feliz y hacer feliz a sus colegas y alumnos", fueron parte de sus palabras ayer.