La etiqueta pegada así como que no quiere la cosa, sumado al extraño peso del contenido fue lo que alertó a personal de Aduanas mientras fiscalizaba a un ciudadano peruano cuando ingresaba a Arica por Chacalluta con 18 tarros supuestamente llenos de leche evaporada.

Resulta que en medio de la fiscalización, el extranjero comenzó a revelar nerviosismo, lo que fue aprovechado por los aduaneros, quienes tras la exhaustiva revisión, lograron acreditar que finalmente los envases estaban adulterados con clorhidrato de cocaína.

Pesaje y formalización

Por orden del fiscal de turno, fue el OS-7 quien decomisó el alcaloide el que arrojó un peso bruto de 8 kilos 873 gramos del alcaloide.

Ayer,el fiscal Daniel Valenzuela formalizó a Alejandro Lino Sabino, de 45 años, por el delito de tráfico de drogas, solicitando la prisión preventiva, la que fue acogida por el magistrado José Rodrigo Urrutia, quien derivó al extranjero al Centro Penitenciario de Acha.