El desafío de San Marcos de Arica
Hace un tiempo ya que se viene advirtiendo la difícil situación que enfrenta el club San marcos de Arica. El problema se ha agudizado especialmente luego que la institución perdiera la categoría y descendiera desde la Primera División a la Primera B.
Este solo hecho comienza a generar problemas, debido a que el club dejó de recibir los recursos que en general, el fútbol chileno entrega a los clubes que están en la serie superior de la competencia nacional.
A eso se suma que el torneo como tal, pierde atractivo para muchos hinchas que más allá de estar comprometidos con la institución que nos representa en el balompié nacional, siempre están a la espera de visitas y duelos con los llamados "grandes" del escenario nacional, los que dejan de visitar el estadio mundialista Carlos Dittborn cuando se pierde la categoría.
Hace unos días, el concejal Juan Carlos Chinga dio a conocer que el club mantiene una deuda de más de 200 millones de pesos con el municipio, por concepto de arriendo de las instalaciones del Estadio Carlos Dittborn, que es un recinto público y no de carácter privado o para el uso exclusivo de San Marcos de Arica, que está constituido como una sociedad anónima, es decir, un organismo privado.
Este hecho, el que San Marcos de Arica sea una sociedad anónima, impide que el sector público le entregue recursos a discreción, porque es la misma sociedad anónima la que debe ser capaz de poder generar sus ingresos. Sin embargo, se da el caso también del rol social que cumple, o debe cumplir un club de fútbol, y de ahí que el mismo concejal plantee fórmulas en esta línea para que el club pueda ponerse al día.
Tal como lo plantea el edil, es claro que no existe interés en la comunidad y en quienes llevan el nombre de Arica en su corazón, de que los problemas económicos y las deudas terminen por sepultar al club que representa a la región. Con todo, también es claramente necesario que la institución sea capaz de refrescarse y asumir su papel como sociedad anónima, capaz de autosustentarse en uno de los negocios más rentables de la actualidad en el mundo, como es el fútbol.