La Ley de Talión no es la solución. "Ojo por ojo, diente por diente", "El que a hierro mata, a hierro muere". Si deseamos una sociedad mejor, tenemos que practicar las palabras de Jesús "Amaos los unos a los otros". El amor y el respeto son la base de toda comunidad. el odio nada engendra, sólo el amor es fecundo.
Cuando vino el Papa Juan XXIII, nos entregó estos mensajes y el actual Papa, continúa por el mismo camino.
Si revisamos la historia, las cárceles eran lugares de castigo, de venganza y terminaban, a veces con la muerte. Si deseamos combatir la delincuencia, lo más importante es dar amor para que todos los seres de la tierra sin excepción, puedan ser felices. La principal preocupación está en la educación "tarea de todos", es la forma de protegernos para que no exista la delincuencia, por lo tanto, las cárceles deben ser verdaderos centros de rehabilitación, donde aquel que está allí comprenda que el único camino es respetar para que lo respeten. En la universidad, don Máximo Pacheco, nos decía:" si los pillos supieran la ventaja de ser honrados, serían honrados de puro pillo." Por lo brevemente expresado, la tarea que un estado tiene por delante es compleja, es cara y es necesaria, para que aquellas personas que lleguen a estos recintos comprendan las palabras del profeta y así terminaremos con la delincuencia.
Impresentable
No sé en qué mundo estamos o nos estamos todos volviéndonos locos.¿ Cómo es posible que existan políticos que se oponen, a que los alumnos condenados por la justicia, por ser responsables de destrozos en sus colegios y que gozan de gratuidad estatal para estudiar, pierdan este beneficio?. Y lo más increíble, que nuestro ministro de Educación, también se oponga. Hay que ser justos, su cargo depende de ellos.
La verdad no nos debiera extrañar, que los políticos de izquierda se opongan a esta medida, ya que posiblemente, la mayoría de ellos, debe haber pertenecido a ese más que reducido números de jóvenes estudiantes idealistas de izquierda, que también destruyó sus escuelas y liceos e hicieron perder numerosas horas de clases a sus compañeros. Siendo consecuentes, con su filosofía comunista de fomentar el odio, la venganza y la destrucción.
Nuestro país así como va, será un ejemplo para el mundo, por imperar en él, la dictadura de las minorías, como son estos vándalos delincuentes, donde la moral, el respeto y la disciplina son considerados obsoletos.
Jorge Raúl Díaz Pacheco
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent
PhD.Universidad Libre de Bruselas