Julia Cañari: la artesana que teje para cumplir su sueño
Aprendió a tejer a los 8 años, luego dejó Parinacota para estudiar en Arica. Sin embargo no olvidó sus raíces y retomó el tejido en Putre con un pequeño local, donde empezó a tejer hasta exportar a Bélgica, EE.UU. y Suiza.
Julia Cañari, es una artesana aymara de Parinacota que aprendió a tejer a los 8 años de edad con palitos de ñakatola (planta medicinal altiplánica). Uno de sus primeros tejidos fue para vestir a sus muñecas, mientras pastoreaba llamas y alpacas.
"Siempre me ha gustado tejer, fue una tradición que mi madre y mi abuela paterna me enseñaron. Y así crecí tejiendo en 4 estacas y palillos, porque el telar de 4 pedales era para hombres, aunque ya ellos no tejen. La mujer ha tomado ese rol", contó Julia Cañari, artesana y emprendedora de su taller y empresa "Wiñay Marka".
La niñez de esta mujer aymara transcurrió en los parajes de Parinacota, pero fue en Arica donde terminó sus estudios y luego realizó varios trabajos para salir adelante, pero nada llenaba sus expectativas. Por eso al quedar embarazada de su primera hija, decidió retomar el tejido y crear un local en Putre el año 2001.
"Yo solo tejía a palillo y mi negocio era como el de todos en Putre. Pero gracias a Corfo y Prodemu, que me dio mi primer telar pude avanzar más. Luego Fosis me aportó con otro telar y ahí agarré vuelo y empecé a ofrecer mis productos a turistas", contó.
Pero la vida de Julia no solo es el telar y sus tejidos, también juega fútbol con su equipo Revelación Andina.
"Todas tejemos y jugamos a la pelota, es nuestra única diversión. Por eso una tarde del 2017 me fui a jugar y cuando llegué mi hermana me dice que me buscaba un turista alto, y como yo entiendo algo de inglés le entendí. Él quería conocer mi taller, pero yo no entendía por qué el mío, si habían tantos otros locales abiertos. Después pensé que tal vez Dios me lo había enviado", recordó.
Tras esa inesperada visita, Julia le mostró al turista belga su trabajo y los telares que utilizaba. Y tras una jornada extensa tejió 10 bufandas y se las vendió.
"Él me contó que comercializaba estas prendas, por eso me compró hartas cosas y se fue. Pero a la semana siguiente me hizo otro pedido, yo feliz fui a Correos de Chile, pero no pude enviar nada. Entonces me senté en una banca del centro triste con mis hijos", relató.
En ese momento, Julia recibió una llamada caída del cielo, era el director de Prochile para darle indicaciones de cómo exportar. Y tras realizar varios trámites, envió por Correos de Chile su primer pedido a Bélgica y después a EE.UU.
Hoy en día Julia Cañari trabaja con sus 7 hermanas y su madre para cumplir con sus pedidos, de gorros de lana, guantes, chales, escarpines, chalecos sin costura, todos hechos con lana de alpaca bebé o baby alpaca.
En cuanto al diseño de la prenda, el padre de Julia es el que da vida a la combinación de colores.
"Mi papá es médico aymara en Putre y el se encarga de darle un significado a los diseños como la chakana y sus colores. Y mis otros hermanos hacen sogas", dijo.
Cada 12 de abril, fecha de su cumpleaños, Julia se propone metas y este año espera concretar la creación de una boutique en Putre y terminar la página web, que está diseñando junto a Prochile.
"Tenía que viajar a Alemania, Berlín, a una feria internacional, pero no voy a ir porque quiero concretar mis metas. Las que planeo para el bien de mis dos hijos, porque yo trabajo para ellos. Son mi motor y mi motivo, por eso los sábados no trabajo porque ese día es para ellos", aclaró.
A futuro Julia Cañari espera tener una especie de museo donde los turistas puedan presenciar cómo eran las vivencias ancestrales de su pueblo.
Mientras tanto sigue tejiendo para cumplir con sus metas y sueños. Y ser un ejemplo para otras mujeres.