Deportes - La Estrella
Suecia disputará su duodécimo mundial con la misión de pasar los octavos de final, su barrera en las últimas ediciones.
Los suecos no se clasificaron a Brasil 2014, ni tampoco para Sudáfrica 2010, motivo suficiente para imponer su estilo como lo hicieron en Estados Unidos 1994 donde terminaron terceros. Aquella generación liderada por Henrik Larsson y Thomas Brolin dejó huella e inspiró a los jóvenes a practicar fútbol en un país más acostumbrado a los deportes de nieve.
Suecia fue segunda del grupo A, por delante de Holanda y solo superada por Francia, en una fase más que notable con seis victorias, una de ellas ante los 'bleus', un empate y tres derrotas. Sin embargo, el exigente sistema de clasificación europeo les llevó al repechaje.
En la pelea final, el equipo de Anderson tuvo que jugar ante una Italia que se jugaba quedarse fuera del Mundial por primera vez en 60 años.
Los suecos afrontaron el reto con valentía y supo sacarlo adelante. En Estocolmo venció 1-0 y en Milán aguantó el empate sin goles para lograr el pase contra todo pronóstico.
"Este partido ha demostrado el valor de nuestro colectivo, nos mostramos sólidos durante toda la repechaje. Estoy emocionado y muy contento", dijo el seleccionador Jan Andersson al lograr el pasaporte a Rusia.
"Con Ibrahimovic jugábamos diferente, es un gran campeón pero se retiró. Ahora jugamos diferente", añadió sobre la polémica.
A falta del referente sueco por excelencia de la última década, la selección de Suecia se agarra a otro ídolo: Marcus Berg. Sin embargo, Berg no será la única bandera de los suecos. Otra es el capitán Granqvist.