En la edición de fecha 8 de mayo de 2018 del diario, fue publicado un reportaje relativo a la querella interpuesta por el Instituto de Derechos Humanos, a raíz de hechos constitutivos de tortura sufridos por un adolescente y presuntamente cometidos por personal del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (CREAD) de SENAME.
Junto con agradecer la cobertura brindada por el diario, nos referimos al titular con el cual se abordó en este medio la noticia en primera plana, puesto que nos parece importante efectuar una precisión. Dicho titular es: "INDH se querella por torturas en contra del Sename".
Atentamente, quisiéramos aclarar que el INDH no se ha querellado en contra del SENAME, toda vez que las responsabilidades penales que se pretende sean esclarecidas, son de carácter individual y no institucional. La querella se ha presentado en contra de quienes resulten responsables del delito de torturas respecto a un adolescente acogido a una medida de protección dictada por un órgano jurisdiccional. Vale la pena resaltar, además, que inclusive ha sido personal del propio SENAME el que tras constatar las lesiones sufridas por el adolescente, efectuó la denuncia correspondiente, cosa que acertadamente menciona la nota periodística.
En el marco de su responsabilidad contraída en virtud a tratados internacionales de derechos humanos, los Estados tienen la obligación primordial de "prevenir, investigar y sancionar violaciones a los derechos humanos". Al presentar la querella correspondiente en el marco de su mandato en materia penal, el INDH cumple la función que la ley le encomienda, a fin de colaborar con el Estado para que cumpla con dicha obligación.
El sacrificio de Arturo Prat
Paradójico resulta constatar que el sacrificio de Arturo Prat y de aquellos compatriotas muertos en el Combate Naval de Iquique, o de los Héroes de la Concepción y en general de todos nuestros ancestros que conformaron a la nación chilena, fue en vano. Pues hoy el país ha sido inmerso en un caos total donde prolifera un decadente circo político y social, sujeto al materialismo más aberrante, a la corrupción generalizada, a la idiotez masificada y a la importación de ideologías foráneas ajenas y opuestas al sentido de nuestra nación.
Si a todo esto se agrega la invasión del país disfrazada de "integración", "multiculturalismo" y "globalización" que pregonan las Fuerzas Ocultas que dirigen a los gobiernos de turno, se puede vislumbrar en un horizonte próximo el fin de Chile.
David Bahamondes
Jefe regional Arica y Parinacota
Instituto Nacional de Derechos Humanos
Rafael Videla Eissmann