El desafío
No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, dice un refrán. Y lo cierto es que el dicho se cumplió fielmente con Arica, luego de que este jueves, de acuerdo a lo que estaba programado, se abriera el Mall Plaza Arica, ubicado en la Avenida Diego portales con la Avenida Chile.
Más allá de las preferencias personales, las críticas o aplausos que reciba este tipo de centros comerciales, lo cierto es que los malls son motores de cambios importantes en las ciudades donde se instalan, especialmente cuando se trata de una novedad tan esperada, como ha ocurrido en el caso de nuestra ciudad.
Los malls se convierten en nuevos centros cívicos debido a la gran oferta de comercio y entretención que tienen, pero también en referentes respecto a la actividad económica y comercial. Así, por ejemplo, terminan por cambiar los ritmos y horarios de atención en las ciudades. En otras palabras, más allá de una competencia económica, se transforman en una competencia para el estilo de vida y la cultura de las ciudades.
Esto es algo a lo que Arica se tendrá que acostumbrar. Y es que si bien en estos días las ferias de la ciudad o el Paseo 21 de Mayo no se han despoblado por la llegada de este gran centro comercial, sí es claro que el comercio local, especialmente, tendrá que renovarse.
A modo de ejemplo, a las 17 horas, mientras en el Mall abría sus puertas el supermercado Lider y otras dos grandes tiendas, una de las galerías comerciales más importantes del centro de Arica no contaba ni siquiera con el 10% de sus locales abiertos.
Los mismos negocios deben también renovarse respecto de alternativas de pago, y no se trata sólo de las tarjetas de crédito: cada vez más personas prefieren usar las tarjetas de débito, evitando portar siempre cantidades importantes de efectivo. La buena atención también es una debilidad que la misma gente en la calle reconoce y que es algo que también debe mejorar.
Hoy todo esto no es una opción para los negocios locales, es un imperativo. Uno que hará bien no sólo al mismo comercio ariqueño, sino que también a sus clientes.