Los avances en la informática, el uso masivo de Internet y las posibilidades enormes que se han abierto en las comunicaciones, también han dejado flancos para la actuación de delincuentes que se aprovechan de las vulnerabilidades que pueden presentar los sistemas, pero también, en muchas ocasiones de la buena fe y la confianza de las personas.

Es así como las ideas de fraudes mediante correos electrónicos se han ido renovando una y otra vez, cambiando características y remitentes, variando en los procedimientos y también en las trampas con las que se busca engañar a los usuarios.

Y es que si antes era el correo que pedía llenar un formulario para poder acceder a bases de datos y a información personal, con el tiempo se pasó a la descarga de programas ocultos, el link a páginas falsas y la infección de los equipos personales, siempre, mediante correos fraudulentos.

En general, no es tarea difícil para los ciberdelincuentes lograr sus objetivos, cuando los usuarios de la red no tienen la debida cautela y se dejan llevar por todo mensaje que reciben. Y para que esto ocurra, se deben dar dos factores: primero, la maliciosa creatividad de los perpetradores, con técnicas y medios cada vez más "creíbles". Y segundo, la disposición de los usuarios a interactuar con las informaciones y trampas que los delincuentes envían, ocultas en los correos electrónicos.

Así, los tipos de correos que han llegado "invitando" a los usuarios a ingresar a páginas o a descargar archivos han ido variando. Ya no se trata de simplemente responder con información personal. Ahora, se trata de descargar información que puede ser, desde una presunta "citación" de Carabineros o la Fiscalía, hasta una infracción mediante "fotorradares" desde organismos del Estado.

Es muy importante que la comunidad se mantenga informada de manera oficial respecto de este tipo de acciones delictivas que ejecutan delincuentes informáticos, quienes buscan acceder a información que va desde la simple identidad de las personas, hasta claves de cuentas y tarjetas bancarias.

Aterricemos, no le sigamos buscando las 5 patas al gato, nadie vendrá a Arica especialmente a comprar, pues en todas partes hay tanto de lo mismo y más barato, entonces propongo que para seguir bailando hay que cambiar el ritmo.

No es novedad que nuestra gran ventaja respecto a otras latitudes sigue siendo la ausencia 365 días al año de fríos intensos en invierno y calores más moderados en verano, o sea un edén para los huesos viejos. Oficialmente en algunas regiones del país la población de adulto mayor en los últimos años creció de 11% al 18.8% y seguirá aumentando. Entonces porque no sacar partido de lo inminente y pedir que nuestros 5 parlamentarios se la jueguen y se pongan a estudiar (entre otras ideas) una gran zona franca para la tercera edad, en la cual ofrezcamos libre de impuestos y exclusivo para lo que los años dorados necesiten , viviendas, farmacia, lavanderías, restaurantes, hoteles ,movilización , clínicas, de tutti hasta funerales para no seguir detallando. Habría que ofrecer, una ciudad segura, limpia, buenas veredas con bancas y capacitarse en dar eficiencia terapéutica y amable atención para que se estimulen… El clima lo pone Natura.

No se espanten, no vamos a llenarnos de ancianos listos para la foto, personalmente vi Miami de los 60 con solo promoción y sin franquicias, como ese fenómeno floreció, pues por cada viejo, laboran decenas de jóvenes satélites y familias, que sus billetes mueven vestimenta, viviendas, autos ,diversión, desarrollan iniciativas y pagan tributos, hoy Miami es una ciudad envidiablemente joven, que cuida a sus vejestorios porque son, inversión permanente , renovable y no contaminan. Sé bien que es una idea compleja, este espacio no da para detallarla, yo solo la lanzo al legislador, pues no voy a hacer el trabajo que les corresponde, que para eso les pagan muy bien.

Viejos, mis queridos viejos, ahora caminan lento...pero no son imbéciles y si les tientas vendrán a sacar los billetes del colchón e invertirlos con gusto a cambio del final feliz de su segundo tiempo.