Es un hecho que la seguridad pública se construye entre todos. Si bien los ojos apuntan siempre en primer lugar al trabajo de las policías y del Estado, lo cierto es que son muchos los entes involucrados en reducir la inseguridad, en el más amplio sentido de la palabra.

Por ejemplo, el sector público ha hecho un esfuerzo importante al ir mejorando la iluminación de diferentes puntos de la ciudad, lo que ya es un avance incluso en términos de sensación de seguridad. También se han ido recuperando plazas y espacios públicos, que en la medida que se sepan aprovechar por parte de los barrios y sus vecinos, son restados a la delincuencia.

Y es que precisamente es el trabajo vecinal uno de los puntos que pueden ser fundamentales a la hora de promover y conseguir la seguridad en los barrios. Una muestra de ello es la noticia publicada durante la semana por "La Estrella", en la que se relató como la organización y la unión de los pobladores de la Villa Emporchi, permitió frustrar el robo a una de las casas del sector.

Cuando el inmueble quedó vacío, un joven delincuente ingresó a él, pero no contaba con que los vecinos del sector están conectados y preocupados del bienestar y la seguridad de unos y otros. Cuando una de las vecinas vio que el desconocido entró a la casa, se comunicó con el resto de los pobladores mediante Whatsapp. Todos finalmente acorralaron al antisocial y lo entregaron a carabineros.

Es interesante la manera como actuaron los habitantes de este sector. Primero, por el nivel de coordinación, lo que implica que existe convicción y confianza entre todos. Y segundo, por su manera de proceder: no hubo violencia y siguieron el conducto regular, que es el entregar a la persona retenida a Carabineros, para su detención.

A través de distintos programas e iniciativas, muchos barrios se han beneficiado también de otro tipo de sistemas para sumarse en favor de la seguridad, como son las alarmas comunitarias.

El caso es que las alternativas son muchas, pero el denominador común es uno solo: la voluntad vecinal de trabajar en conjunto, en unidad, por el bienestar de todo su barrio.

En enero de este año conocimos el resultado de la fundación InSight Crime, dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe, la que entregó un nuevo panorama regional, respecto a la cantidad de asesinatos ocurridos en 2017, concluyendo que Chile es el país con la menor tasa de homicidios.

Nuestro país se ubica en el último lugar de la tabla con 3,3 crímenes por cada 100 mil habitantes, muy lejos de otros como Venezuela (89), El Salvador (69) y Jamaica (55,7), quienes lideran la clasificación.

En este contexto, durante el año 2017, la Brigada de Homicidios (BH) Arica y Parinacota asistió a 67 concurrencias por muerte y hallazgo de cadáver; investigó veinte suicidios, once lesiones graves, cinco homicidios, tres abortos, tres hallazgos de osamentas, dos incendios con resultado de muerte, un femicidio frustrado y una intoxicación de lactante.

Es en este sentido que quisiera destacar el profesionalismo y compromiso de los detectives que integran esta brigada, que han permitido que nuestras investigaciones tengan un 91% de resultados positivos con el desarrollo de investigaciones de alta calidad y de esta forma satisfacer las necesidades de seguridad de la ciudadanía y del Sistema de Justicia.

Próximamente cumpliremos 85 años investigando profesionalmente, y desde el año 1949 cuando se crea la primera Brigada de Homicidios (BH) de la institución, hemos venido desarrollando protocolos de investigación que incorporaban el apoyo de laboratorios forenses y alta tecnología. Actualmente, contamos con 22 brigadas de homicidios a lo largo del país, entre ellas la de Arica que cubre las necesidades de la región.

Si bien el 91% de los casos indagados por la PDI culmina con autor detenido o con una orden de detención en su contra, nuestro compromiso es seguir trabajando aplicando una metodología investigativa basada en la ciencia y tecnología que nos permita levantar evidencias e indicios probatorios de calidad para encontrar la verdad criminalística.