Hilar ponchos y ruanas son parte de su vida
Lidia Amaro aseguró que hasta a la capital llegan sus prendas y que no solo le han traído recompensas económicas sino que también admiración por quienes las adquieren.
Daniela Rodríguez. - La Estrella de Arica
Limpiar la lana, hilarla, unirla en dos hebras, torcerla, llevarla al fierro, unirla al telar, tejerla y teñirla son solo algunos de los pasos para crear los ponchos y demás prendas artesanales en Arica y que hasta en Santiago terminan comercializándose.
Lidia Amaro es el nombre de la artesana que lleva más de 20 años trabajando en el Poblado Artesanal y que asegura hilar por pasión. "Aprendí a tejer gracias a una sobrina hace más de 25 años y al principio me costó mucho pero ya uno se acostumbra".
A pesar de ser un trabajo valorado por muchos, hay quienes no le dan el verdadero reconocimiento ni valor a los tejidos.
"Es un trabajo largo porque se tarda hasta un mes completo en hacer una sola prenda porque si se compra la lana a la gente del interior toca luego limpiarla a mano y hacer todo el procedimiento para que en un par de semanas apenas se pueda empezar a tejer. Como ven es un trabajo lo que hay que hacer que los que saben y conocen lo valoran y pagan su precio pero hay otros que dicen - ¿Por qué tan cara y tanto que le ganan?, y no saben el trabajo que cuesta", expresó.
Es tanta la vinculación que la artesana ha tenido con los tejidos que hasta su casa termina llevándoselos para poder inspirarse y hacer más prendas para la venta.
"En mi casa tengo un telar más grande y hago los ponchos más trabajados porque aquí no cabe la máquina. Como entramos a las 3:00 pm a trabajar al poblado no me da tiempo de hacer muchas cosas aquí".
Hasta la capital termina llegando más de una prenda tejida, cosa que le resulta satisfactoria a Amaro tras recibir elogios de quienes las adquieren.
"Aquí los del norte terminamos vendiendo a una empresa del gobierno y nos pagan muy bien; pero aparte yo tengo una clienta que le gusta y le encanta mi trabajo y cada vez que le mando lo que hago me llama para decirme que quedó bonito todo".
Entre 12 mil y 15 mil pesos se pueden adquirir las bufandas en el Poblado Artesanal, mientras que los precios de las ruanas y ponchos varían entre los 25 mil hasta los 50 mil pesos, dependiendo del tamaño y diseño.
A pesar de que la también ama de casa aseguró que no es la mejor de las temporadas para las ventas, dijo que nunca deja de llegar uno que otro cliente para comprar una de ellas. "Entre octubre y noviembre siempre llegan cruceros con hartos turistas que compran muchas prendas pero igual aún vienen y se llevan un par de cosas las personas".
A sus más de 50 años, Amaro no ha dejado de tener mayores expectativas sobre su futuro, pidiendo solo salud y fortaleza para potencializar su talento. "Lo que hago me encanta y me veo a futuro telando pero me gustaría aprender mas diseños y otras cosas más nuevas que les guste a los clientes".
Más de 100 diferentes y exclusivos diseños se encuentran a disposición de los usuarios en el taller número 4 del Poblado Artesanal, al que además invitó Lidia Amaro a visitarlo para tener una grata experiencia y conocer un poco más sobre los diferentes talentos y artesanías en la región de Arica y Parinacota.