Cuidado y conservación de la historia
Hace 100 años, el gobernador de Arica e historiador Roberto Raitieri recuperó un valioso documento. Se trata del acta patrimonial que constata el Escudo de Armas de la Ciudad de San Marcos de Arica. La pieza tiene una data de 361 años y su paradero se desconocía desde 1657 hasta que fue hallado por Raitieri, en una de sus travesías por el valle de Lluta en el año 1918.
En ese momento, quien fuera gobernador de Arica mantuvo, cuidó, y estudió este documento hasta que en el año 1971 se lo entregó a su nieto, Hermann Mondaca Raitieri, quien esta semana cumplió con la intención de su abuelo de cederlo al Gobierno Regional.
Sin embargo, antes de que eso ocurriera, el documento tenía que pasar por otras peripecias. El mismo año que Mondaca recibió este documento, lo entregó al gerente de la Junta de Adelanto de Arica, Santiago Arata Gandolfo, en momentos en que el organismo se acercaba a su desaparición.
La extinción de la Junta de Adelanto significó nuevamente que el escudo de armas se extraviara. Fue en el año 1992 cuando un grupo de jóvenes lo encontró en una de las dependencias de la Gobernación de Arica.
En el año 2004 el entonces gobernador de provincial de Arica, Cristian Figueroa, hizo entrega del documento al obispo Héctor Vargas. Y fue así que esta semana, en una ceremonia en la que participaron autoridades locales, se firmó el protocolo de custodia del Escudo de Armas de la Ciudad de San Marcos de Arica, que fue finalmente cedido de manera oficial al Gobierno Regional para su conservación.
Sin duda que resulta impresionante el recorrido que tuvo que pasar este documento patrimonial para que finalmente quedara en manos del Gobierno Regional. De esta manera, se espera que tan importante símbolo de identidad para Arica y la región, pueda ser adecuadamente conservado para el futuro.
Todo esto debe llevar a la reflexión a todos, respecto a la conservación y cuidado de nuestro patrimonio. Vivimos en una región en donde en historia está a las puertas de nuestra casa. Eso nunca debemos perderlo de vista.