Escudo de armas vuelve a Arica
El pergamino que fue redactado en 1657 fue donado al Gobierno Regional para su conservación y puesta en valor.
El 4 de junio de 1657, el rey Felipe IV firmó el texto de protocolización real del documento que asignaba el nuevo emblema de armas para la ciudad de San Marcos de Arica, un dibujo que cuyas características son apreciadas hasta el día de hoy: "Dos campos iguales. Superior fondo oro monte blanco de plata. Inferior fondo azul, barras ondulantes de plata".
El pergamino, escrito con sellos reales y del virreinato del Perú, es un soporte de papel manuscrito con tinta ferrogálica de 31 centímetros de alto por 21,5 de ancho y estuvo perdido hasta el año 1918, cuando el investigador, escritor y ex gobernador de Arica Alfredo Raiteri Cortez lo recibe como obsequio de un habitante del valle de Lluta, para su estudio e interpretación.
En 1971, Raiteri le obsequia el documento a su nieto Hermann Mondaca, quien lo conservó hasta el día miércoles, luego de donarlo al Gobierno Regional para que sea conservado y mostrado a toda la comunidad.
Un custodio
La ceremonia fue realizada en el frontis de la Catedral San Marcos, lugar en el que fue firmado el decreto de traspaso hacia el Gore, organismo que a su vez entregó el papel al Obispado de Arica, debido que la región no cuenta con los requerimientos museográficos necesarios para mantener bajo su cuidado el escudo de armas.
Para 1992, el documento había desaparecido luego de haber sido donado una primera vez a la Junta de Adelanto de Arica, organismo que tras su disolución vio sus bienes administrados por la Secretaría Ejecutiva de la Gobernación de Arica. Posteriormente, sería encontrado por una brigada patrimonial ciudadana y devuelto al entonces gobernador Armando Poblete.
En el mismo año, la ex Aduana sería bautizada como casa de la cultura "Alfredo Raiteri Cortez", lugar en el que el pergamino sería expuesto por primera vez a la comunidad. En el 2004, el gobernador Cristian Figueroa le entregó el escudo al Obispo Héctor Vargas, quien lo mandó a restaurar al Consejo Nacional de Restauración y Conservación de la DIBAM.
"Larga ha sido la historia del escudo de armas de la ciudad y ahora saber que tenemos custodio (...) es un motivo de mucha alegría", destacó la intendenta regional, Gladys Acuña.
Un ciclo que llega a su fin
"Se termina un ciclo, dado que este documento me lo entregó mi abuelo en 1971 cuando tenía solo 17 años. Me dice 'esto es lo más valioso que hay en la casa, usted sabe lo que hay que hacer',", señaló Hermann Mondaca.