La aplaudida idea que emplean en "Sabores Down"
El food truck de la familia Carreño Cerda comenzó a funcionar para el "Food Truck Fest" y permite a jóvenes con síndrome de Down poder contar con una fuente laboral estable.
Un negocio de esos que destacan con luz propia fue el realizado por la familia Carreño Cerda. El emprendimiento ha logrado reunir a padres e hijos en un esforzado, pero gratificante food truck que por estos días atiende a quienes llegan hasta el sector ubicado detrás de la Piscina Olímpica para disfrutar del "Food Truck Fest".
"Sabores Down" es el nombre del camión de comidas que nace inspirado en la más pequeña del clan familiar: Bárbara. Una pequeña sonriente, que entrega los volantes a los asistentes para que conozcan la carta y se atrevan a probar la mano de sus papás, quienes ya habían trabajado en food trucks en el pasado y que decidieron volver precisamente para el festival de comida.
"Nosotros participamos en la fundación Down Arica y ahí uno descubre al llegar a cierta edad que los niños no tienen dónde poder desarrollarse. A los 23 años acaban sus estudios y después los papás buscamos en qué entretener a nuestros hijos en vez de algo productivo. Los llevamos a hacer deporte, cosas muy importantes para el desarrollo personal, pero también ellos tienen la capacidad de desarrollarse como cualquier otro ser humano", señaló Rainier Carreño, papá de la familia.
Oportunidad laboral
Si bien en el último tiempo la inclusión ha estado presente en la discusión nacional, es un tema que aún está en pañales. La idea es que Bárbara tenga en el food truck una oportunidad laboral para su futuro, de esas que hoy escasean para quienes presentan su condición.
Pero el local está abierto a todo joven de esas características. La idea es dejar en evidencia que estos ariqueños y ariqueñas son tan capaces como cualquiera. Es así que el objetivo es generar empleos para personas down, lo que ya ha sido aprovechado por Pierre y Camila, dos amigos de la fundación en la que los Carreño Cerda participan.
"Quisimos velar por el futuro de Barbarita y también por otros niños de la fundación que salen del colegio y se quedan ahí, no tienen nada qué hacer, porque no tienen la práctica. Pueden tener las capacidades, pero no las ponen a prueba, así que decidimos cambiarle el nombre al negocio y hagamos estas dos cosas juntas", expresó la mamá de Bárbara, Claudia Cerda.
Nacido como "Guatón Fri Chicken", el negocio se vio obligado a reestructurarse tras un robo de todo su equipo. Es en esta segunda oportunidad en la que nace esta innovadora idea, que, según comenta Rainier, es el único de su tipo en todo Chile.
Un negocio que sin duda ha sido valorado por el público, quienes no solo aplauden la iniciativa, sino que también la comida que sirven en el lugar.