De acuerdo a estadísticas correspondientes a la Encuesta de Llegadas y Pernoctaciones de la Subsecretaría de Turismo y el INE, la tasa de ocupabilidad turística de la región, que explica el porcentaje en que se utilizan las habitaciones, creció en nuestra región en 5.3 puntos porcentuales durante 2017, respecto del año anterior.
El estudio permite ver que las fechas en que se registraron mayores incrementos corresponden a los fines de semana largo. Las mejores cifras de ocupación en 2017 se registraron en octubre en el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes (72,6%), seguidos por las vacaciones de verano en febrero (66,9%) y por el Día de la Inmaculada Concepción en diciembre (65,7%).
Las pernoctaciones de turistas nacionales en la región tuvieron un crecimiento de 1,2%, mientras que en el caso de los extranjeros en la región, el incremento fue de un 1,0% en el periodo analizado. Y si de visitantes extranjeros se trata, hubo un aumento en la llegada de turistas de Argentina y Brasil.
En términos generales, los turistas bolivianos se mantienen a la cabeza en la participación total de visitantes a la región, ocupando un tercio de todos quienes llegar a Arica. Luego están los argentinos, con un 10,2% y en el tercer lugar los peruanos con un 9,8% de las pernoctaciones totales.
Es interesante ver que dentro de la participación, el cuarto lugar corresponde a turistas franceses, que tienen el 5,8 del total de pernoctaciones. Luego están los alemanes con 3,7%, los estadounidenses con 3% y los brasileños con un 3,5%.
Estas cifras indican que el interés por quedarse en la ciudad, aunque sea para pernoctar (según lo estrictamente estadístico) ha aumentado. Pero ofertas como el tren turístico Arica Poconchile y Pampa Central, Cuevas de Anzota, Carnaval con la Fuerza del Sol, Playa Brava, y nuevos servicios turísticos son razones inmediatas para respaldar este incremento y darle sustentabilidad.
En general, el desarrollo turístico y el que Arica no sea sólo una ciudad para pernoctar, depende de la capacidad que existe a retener a los turistas, muchas veces en tránsito, que deciden dedicar tiempo y recursos para conocer nuestra región.