Así como nuestra región alberga historias de esfuerzo y buenos resultados en la Prueba de Selección Universitaria (PSU), las que se plasmaron en los puntajes regionales, un puntaje nacional y los buenos rendimientos en el ránking de este examen, en general, estas experiencias no son representativas de la realidad que vive Arica y Parinacota cuando se le observa en el contexto nacional.

De hecho, de acuerdo a informaciones del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) y el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), que fueron dadas a conocer en el portal Emol.com, Arica y Parinacota terminó este año como la región con el peor promedio PSU del país.

En general, el informe muestra que fueron nueve las regiones del país que no alcanzaron a superar los 500 puntos promedio. Nuestra región estuvo entre las más bajas (484 puntos), superando en esta poco alentadora evaluación a las de Atacama (485) y Tarapacá (487). En el otro extremo está la región Metropolitana, que promedió los 518 puntos.

Lamentablemente, se reconoce y se sabe que los puntajes promedios más bajos en esta prueba están en el norte del país, con excepción de Antofagasta. Pero Arica, Antofagasta y Tarapacá se han movido entre las zonas con rendimientos bajos. "La Estrella" daba a conocer este jueves que el problema es archiconocido, incluso por autoridades del mundo educacional.

Hay variables que vale la pena tener en cuenta, como por ejemplo, los pobre resultados de las comunas rurales pequeñas, como Putre (408 puntos) y Camarones (310 puntos). Con todo, Arica por sí sola no tiene un promedio que supere los 500 puntos. Y si bien el director provincial de Educación explicó que el Centro de Estudios del Ministerio de Educación visualiza mejores resultados regionales, lo cierto es que nuestra región tiene un bajo rendimiento en este tipo de exámenes.

En medio de las críticas y análisis al sistema, es tiempo de que los mismos actores en conjunto, más allá de los diagnósticos, apunten a fórmulas que permitan mejorar la educación regional en cuanto a sus resultados.

30 de diciembre de 1983

Con la participación del conjunto de Música Antigua de la UTA se dio comienzo al acto de fiesta de fin de año invitado por el Vicerrector de Administración y Finanzas, Jaime Mancilla Hidalgo, en el Aula Magna, donde se premió a los seis funcionarios más destacados del personal de servicio.

El jueves, en el cuadrangular de Prensa, autoridades, Magisterio y los ex Deportes Arica o San Marcos, varios fueron los que dieron a relucir los dotes de directores técnicos en sus respectivos equipos. Hasta tenían pinta de ponerse el buzo celeste.

Coincidirá el lector de esta columna con quien la escribe, en que la vida que nos ha tocado vivir, a ratos nos reencanta, reconfirma y reconcilia con maravillosos ejemplos que nos regala.

Esta semana me correspondió asistir a la ceremonia donde el Consejo de Rectores distingue a los mejores puntajes nacionales y regionales de la PSU. Y entre varios alumnos y alumnas de destacado rendimiento, sobresale el desempeño de Juan Andrés Flores Gutiérrez, joven con discapacidad motora producto de un lamentable accidente balístico que lo afectó a corta edad. Han pasado los años y Juan nos regala un modelo de superación y esfuerzo, con un puntaje regional y nacional en matemáticas. Un verdadero ejemplo de amor por la vida y de resiliencia, que a todos nos estremeció y nos hizo por un minuto y los que han seguido a ese día, simplemente dar gracias a la vida.

Desde estas líneas agradezco a Juan y su familia por el valor de la perseverancia donde no hay imposibles, así como también a sus maestros formadores. Gracias Juan, porque con tu ejemplo nos ayudas a reflexionar sobre el sentido del ser y estar en un mundo, que cada vez merece reconocerse más diverso y a la vez inclusivo.

Chile ha avanzado mucho durante los últimos años desde el retorno a la democracia con administraciones de signo diverso en estos temas. Junto con desear éxito a nuestras nuevas autoridades que asumirán en Marzo, ojalá se persevere en las buenas políticas públicas acerca de inclusión. Chile sigue siendo uno solo, con sus crisoles de identidad pero todos viviendo bajo un mismo cielo.

Esa es nuestra quintaesencia de país: simples, diversos, tolerantes e inclusivos. Honremos esa vida que nos tocó vivir, siguiendo virtuosos ejemplos como los del pequeño gran Juan Andrés Flores Gutiérrez.

Enhorabuena, y feliz año 2018.