Al Paseo Playa Corazones se le apareció hasta un géiser de atractivo turístico
Ayer fueron inspeccionados los 1,2 kilómetros de la obra con identidad intacta y que estará lista en enero.
La gran interrogante que surgió cuando se comenzó a construir el Paseo de Playa Corazones en noviembre del año pasado, fue si éste conservaría su entorno, incluyendo la estructura rocosa y los famosísimos rompe olas, tan comunes en las fotografías familiares de los años 90, hasta con el menor de los integrantes escapando del mar.
La respuesta se entregó ayer, cuando las autoridades inspeccionaron los 1200 metros lineales del proyecto en su última fase, que parte justo después de la última curva al sur, hasta unirse con el comienzo de las obras de las Cuevas de Anzota.
El paseo consta de escaños (bancas) con modelos terminados en roca, paneles fotovoltáicos, estacionamientos y un centro interpretativo con información turística, baños y punto de venta de alimentos y otros productos de la zona.
"Quisimos replicar lo que hicimos con las Cuevas de Anzotas, en el sentido de rescatar la identidad de esta zona, ya sea aprovechando las rocas para los escaños o que el color del pavimento fuera similar al del entorno, poniendo en valor la naturaleza y sobre todo la energía solar y el reciclaje en los baños, para no alterar el medioambiente", explicó el seremi de Obras Públicas, Jorge Cáceres.
Participación ciudadana
Para la intendenta Gladys Acuña, parte importante de esta y otras obras del Plan Especial de Zonas Extremas nació tras una consulta a la ciudadanía.
"Es grato ver como proyectos como éste, el de Anzota y Playa Brava embellecen el borde costero, algo que era lo que solicitaba la comunidad, un proyecto grande, que le cambie la cara del turismo y amigable con el medioambiente", dijo.