La Escuela de Equitación del Ejército de Chile, en su tradición e historia que podemos rastrear desde 1903 y como unidad independiente desde el 10 de noviembre de 2010, ha entregado a los profesionales de las armas no tan solo ta técnica, sino los principios y valores que hacen trascendente su quehacer, fruto de esto es la majestuosidad del deporte ecuestre que ha encontrado en sus representantes páginas doradas para nuestra historia.
Recordemos que la equitación es una de las disciplinas de más tradición en Chile, esto no es casualidad, el caballo fue el primer compañero del conquistador, luego del indígena y de los pioneros que domaron la geografía del país.
Nuestro país cuenta con el récord mundial de salto alto hasta la actualidad desde 1949, cuando el Capitán Alberto Larraguibel Morales lo consiguió junto a su caballo "Huaso".
Sin embargo no es el único galardón internacional que cuenta nuestro país, el Comité Olímpico Internacional, otorgó en 1981 al General Eduardo Yáñez Zavala la distinción como "el mejor equitador de todos los tiempos", algo poco conocido en nuestra historia, gracias a su compañera "Chilenita".
Es el presente de nuestro Ejercito de Chile, presentes hombres, caballos y mulares, uniendo la voluntad del jinete con el poder y gracia de los animales, representado a Chile y uniendo a la ciudadanía.
O'Higgins y su piocha
A propósito de elecciones presidenciales, en nuestro país existen símbolos del poder, que se encuentran reservados exclusivamente al Presidente de la República, como la piocha de O´Higgins.
Ella corresponde a una estrella de cinco puntas, de aproximadamente siete centímetros de diámetro, esmaltada de color rojo, la que se coloca en el extremo de la banda presidencial y que según muchos, sería el verdadero símbolo del poder en Chile.
La mandó a confeccionar el mismo O´Higgins, quien la usaba cuando ocupó el cargo de Director Supremo, regalándosela al abdicar a José Gregorio Argomedo en el año 1823.
Hacia 1872, al inaugurarse el monumento al Prócer en la Alameda, los descendientes de éste, la entregaron al Presidente Federico Errázuriz Zañartu, quien la volvió a usar, manteniéndose su uso por parte de los jefes de Estado hasta nuestros días.
Habiéndose perdido el año 1973, se confeccionó una réplica, la que se usa actualmente, solo que en ella, se encuentra al centro el Escudo Nacional, el que habiéndose creado en 1834, no estaba en el original.
Como se ve, la tradición iniciada por O´Higgins hace doscientos años, se mantiene como sello visible del poder ejecutivo en nuestros días.
Francisco Sánchez
Historiador
Antonio Yakcich Furche