Michael Seguel P.
Un fatal desenlace tuvo ayer el caso de María Jacqueline Silva Rodríguez (54), cajera del Metro de Santiago que recibió uno de los siete tiros que disparó un funcionario de Carabineros, durante la persecución a un taxista pirata, en la comuna de Maipú, en la capital.
La información fue confirmada durante la tarde por la Posta Central, donde la mujer fue trasladada tras recibir el tiro en su cabeza, el martes.
El fiscal de Maipú, Luis Reyes, detalló que la causa de muerte "la va a determinar el Servicio Médico Legal y (resolverá) si solamente son por lesiones atribuibles al disparo o sucedidas en el contexto de los hechos, atropello y posterior balacera".
Este caso se suma a otro caso registrado el martes, en que otro carabinero disparó a un taxista pirata que intentó atropelllar a un funcionario que quiso controlarlo, en el aeropuerto de Santiago. Producto de los disparos resultó herido un pasajero, en el pie derecho.
El general Víctor Herrera, jefe de la dirección de Orden y Seguridad de Carabineros, dijo por la mañana que todos los procedimientos de uso de armas están reglados.
Mientras, el coronel, Claudio López, sostuvo que "nosotros seguimos los protocolos y la normativa que nos ampara en el uso de las armas".
Sin embargo, la institución anunció que abrió dos investigaciones internas para determinar si hubo irregularidades tanto en el tiroteo en Maipú como en el del aeropuerto de Santiago.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, defendió por la mañana el actuar de Carabineros, apuntando a las gravedad de que, en los dos casos, los falsos taxistas atropellaron a carabineros.
"Todo ataque a un policía nos parece grave y se están efectuando las investigaciones internas y judiciales para que demos con los responsables", recalcó.