El nuevo Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría, recién presentado, plantea una propuesta con una mirada de salud pública de la salud mental. Releva la importancia del concepto de salud mental, el que trasciende lo individual hacia lo comunitario, lo social. Este concepto de salud mental, que también es compartido en el plan nacional anterior, es la base para seguir trabajando en un abordaje de la salud mental que vaya hacia la promoción y protección, entendiendo que ésta debe ser abordada desde distintos sectores y no sólo desde el sector salud.
En este contexto y considerando las altas tasas de enfermedades de salud mental que presenta nuestro país, el trabajo intersectorial resulta imprescindible.
El desafío es la implementación del plan en los servicios de salud, que vienen trabajando en ello desde el año 2000. Desde la socialización del Plan en las distintas Unidades, hasta el proceso reflexivo para incorporar nuevos elementos dirigidos hacia la prevención de la discapacidad, la inclusión y la participación comunitaria, lo que requiere a su vez del desarrollo de diferentes metodologías y estrategias de intervención donde se profundice la participación de los usuarios. Actualmente, se han desarrollado en distintos lugares ejemplos de buenas prácticas y experiencias exitosas de inclusión con su consecuente vuelta a la vida habitual de las personas, que contrastan con los resultados obtenidos desde el modelo asilar, en los cuales los usuarios han sido no sólo partícipes sino también gestores de su plan de tratamiento.
Natalia Beamin Santander
Académica, U. Andrés Bello