Anoche inició su viaje a la Tercera Región el plantel de San Marcos, que mañana se medirá con Copiapó, en el estadio de Caldera, donde los celestes se jugarán una chance más por la novena fecha del Transición de la Primera B.

El viaje lo hicieron por tierra, en un trayecto de más de 15 horas, solamente hasta Copiapó.

Luego deben trasladarse - mañana- hasta Caldera, distante a un poco más de una hora, de la capital de Atacama y, tras eso, regresar nuevamente a esta ciudad.

Esto significa un desgaste para los jugadores, debido al largo viaje.

Samuel Moreno, gerente de San Marcos, explicó que en esto tiempos "es casi imposible viajar por avión". "Para hacerlo necesitamos dos pasajes por jugador, ya que se debe viajar a Santiago y de ahí hacerlo a Copiapó. Esto cuesta alrededor de $320 mil por cada uno", aseguró. El gerente del Bravo recalcó que la situación financiera "esta cada vez peor". Por lo mismo el sacrificio lo hacen los jugadores y cuerpo técnico, para ahorrar recursos.

"Para este viaje el equipo necesita de $7 millones, para pasajes, estadía, comida y traslados", agregó el dirigente de San Marcos de Arica.