Con comida vegana ayudan a los gatos y perros que rescataron de la calle
Mariela y Francisca crearon el Club Mafra, un lugar donde mujeres independientes y veganas se oponen al especismo, machismo, homofobia y xenofobia.
Al ser veganas no tenían ningún lugar físico donde comer en Arica. Si bien hay restoranes donde hacen excepciones particulares Mariela y Francisca sabían que en ese plato o sartén anteriormente había carne de diferentes animales, "es como usar un cojín donde alguien murió y luego acostarse sobre él, para nosotros era fuerte", comentó Francisca.
Si a esto se le agrega que el común de la gente cree que los veganos solo comen papa, arroz y ensaladas, las opciones eran muy pocas y fue así que comenzaron a hacer su propia comida. Francisca siempre ha cocinado y comenzó con desayunos a domicilio, luego de que más personas le comentaran que lo hacía bien iniciaron el Club Mafra, un restaurante 100% vegano, independiente, que va en contra del especismo, machismo, la homofobia y la xenofobia.
Filosofía
Cuando vieron que se arrendaba el lugar donde hoy tienen su pequeño restaurante, -ubicado en Tucapel frente a las canchas de tenis-, las jóvenes llegaron con lo que tenían nomás en la cocina.
"No pedimos ningún crédito ni nada, todo ha sido autogestionado, somos un negocio sin deudas".
Esta manera de hacer las cosas tiene que ver con el principio vegano que siguen, el cual es ético, moral y político en sus vidas.
Hace tres años comenzaron con esta filosofía de vida y desde febrero la han compartido con más personas por la necesidad de cuidar a los animales que han recogido de la calle.
"El especismo tiene que ver con no entender a los animales como seres que sienten y comparten un universo contigo, por eso usan su carne, testean productos con ellos. Al final tiene que ver con el capitalismo, el cual te enajena y te hace ser una persona que te hace consumir en vez de buscar alternativas naturales", comentaron ambas.
En su descripción en redes sociales además de indicar estar en contra del especismo, también manifiestan estarlo en contra de la xenofobia, machismo y homofobia. Esto porque se reconocen como parte de un todo, donde se cruzan las fronteras y no importa si se nació allá o acá.
"Tener una postura xenofóbica o machista viene desde la misma ignorancia", agregó Francisca.
Animales rescatados
Otra de las razones de porqué crearon el Club Mafra es porque necesitaban más ingresos para cuidar a los 38 gatos y 20 perros que rescataron de la calle y llevaron a la parcela donde viven. La mayoría está esterilizado y mantenerlos es un trabajo agotador.
"Tratamos de generar recursos para ellos. Nosotros no tenemos un modelo de negocio como la mayoría de los restaurantes".
Alternativa vegana
El estar en Arica es una ventaja dentro de lo difícil que resulta ser vegano, ya que por los valles hay frutas y verduras todo el año.
"Es un paraíso vegano, además el veganismo también promueve los productos de estación para evitar costos y fomentar los cultivos locales", indicó Mariela.
Si bien en su restaurante tienen almuerzos, recetas del mundo y comida casera adaptadas, su fuerte son las empanadas y los sándwiches.
"A los veganos les encantan las empanadas y a los no veganos los sándwiches que los ven como una variedad distinta de los típicos", indicó Francisca.
En el equipo, Mariela colabora con actividades fuera de la cocina, pero igual es quien prueba todas las preparaciones que Francisca va elaborando.
"Lo que más me gusta preparar es la repostería, aunque requiere de más tiempo porque son procesos. Lo otro que me encanta son los guisos, la comida casera, aunque también necesite de más tiempo", indicó Francisca.
En su menú incluyen aspectos importantes para que el cuerpo reciba todos los nutrientes que necesitan y en sus proporciones justas, como por ejemplo hacer combinaciones donde se incluye el hierro (presente en legumbres como lentejas) con vitamina C, la cuál promueve su absorción.
Si bien su restaurante es pequeño es un pequeño espacio lleno de detalles. Hoy cuentan con cuadros elaborados por Gustavo Leutún como si fuera una pequeña galería de arte, tienen mensajes positivos en cuadros y descartaron poner televisión, "es importante saber lo que pasa alrededor con las noticias, pero creemos que es importante que esos 20 minutos que uno se da para comer debe ser tranquilo".