Acciones que llaman a la reflexión
La historia reciente de las relaciones entre Chile y Bolivia ha estado cargada de tensiones e intercambios no necesariamente amistosos. Los reclamos de los cuales el Presidente Evo Morales ha sido especialmente protagonista, sus declaraciones de prensa y en redes sociales, la discusión instalada en La Haya y ahora, el caso de los ciudadanos bolivianos que fueron capturados en nuestro país por un ingreso ilegal, y las acusaciones de contrabando de vehículos, entre otras diferencias, son ingredientes determinantes para analizar el momento entre ambos países.
Sin embargo, en medio de esta tensión, son los valores humanos más fundamentales los que en ocasiones, hacen la diferencia y cambian los escenarios y la conversación. Y es así como se han ido escribiendo también otras historias, aquellas distintas y que respaldan el uso de conceptos como hermandad, que por lo general no se ven refrendados en los grandes hechos.
Hace sólo unos días, una de aquellas historias cargadas de humanidad se escribió en el sector del paso Fronterizo de Chungará, donde dos funcionarios de Carabineros le salvaron la vida a un policía boliviano. Se trata del teniente Shintaro Tsukame Meneses, de 28 años, quien además de carabinero, es aspirante de la Tercera Compañía de Bomberos Arica; y del suboficial Bernardino Martínez.
Ambos no vieron fronteras al ir en ayuda de una persona que efectúa una labor similar a la de ellos, en el mismo sector. Tampoco el problema de salud o la vida que se le iba al policía boliviano veía fronteras. Simplemente era una emergencia ante la que había que actuar con la mayor vocación, empatía y humanidad.
Es claro que las relaciones internacionales entre dos países están construidas sobre antecedentes, hechos y realidades que van mucho más allá de casos como éste. Sin embargo, también es claro que intereses supremos y comunes puede terminar por unir no sólo a personas, sino que también a pueblos, cuando existe empatía y respeto. Pueden haber historias escritas y decisiones adoptadas, pero si se pueden salvar vidas, también se pueden mejorar los diálogos.