El escritor autodidacta Alfredo Guerrero, protagonista de una acusación como espía que lo llevó a escribir su más conocido libro "Prisionero del Tawantinsuyu", tomo I y II, hoy está reencontrándose con Perú al participar en una delegación de ProChile en la Feria Internacional del Libro (FIL) en Lima con su más reciente trabajo: "Regreso del 'espía' chileno al Perú".
Parte de la saga
En la portada del nuevo texto está la foto del primer libro publicado donde decide contar su historia, la cual enterró en la cima de Los Andes peruanos.
"Esta saga la califico como el divertimento del destino, el destino se ha estado divirtiendo con mi historia como se le ocurre. Cada vez que voy a Perú algo pasa".
En la delegación chilena, además de él van 11 editoriales, de las cuales 10 son de Santiago y una de Coyhaique.
"Todo lo que ha pasado tiene un fin, no fue de casualidad y aún no para".
"Cuando iba a mandar el libro -el primero- a la editorial, quise leer la carta del almirante Grau cuando devolvió la espada de Arturo Prat, ya que me conmovía mucho y me di cuenta que fue firmada el 2 de junio 1879 y a mi me detuvieron el 2 de junio de 1979. Me empecé a dar cuenta que muchas cosas han coincidido y siguen coincidiendo".
Desafío al destino
Si bien el Regreso del 'espía' chileno al Perú, sería la segunda parte de la saga que inició con Prisionero del Tawantinsuyu, Alfredo tiene proyecciones de seguir escribiendo, pero esta vez de eventos previos a su injusto encarcelamiento.
"Presenté un proyecto al Consejo de la Cultura, los eventos ocurren en 1500, cuando llegaron los españoles. En esto hay un desafío al destino, yo me he dado cuenta que se está divirtiendo y tengo todo el derecho a desafiarlo".
Alfredo desafío al destino pensando morir con la bala de una pistola perdida en un evento en Perú.
En la historia, luego de salir de la cárcel con libertad provisional, una prima de su esposa se casa con el sobrino del juez. Luego del matrimonio, llega la tía de su esposa preguntándole por la pistola, ya que a uno de los hermanos del novio, quien era parte del servicio de inteligencia, se le perdió su pistola. Transcurridos los años le sacan la suerte de casualidad en un restaurante y luego de acertarle a varias cosas, le dicen que recibirá una herida que le causará la muerte.
"La herida que voy a recibir que sea de una bala y que salga de esta pistola que se perdió. Es la oportunidad de que el destino demuestre que existe. Con esa pistola perdida uno puede hacer hasta una novela".
A fines de agosto también mostrará su último libro en el Cusco.