Black The Fall: prepárese para morir muchas veces en este juego
El camino que debe seguir el protagonista para lograr huir de un régimen totalitario es largo y requiere de mucho esfuerzo, pero expertos dicen que vale la pena para llegar al final del recorrido.
Natividad Espinoza R.
Luego de casi tres años de desarrollo, esta semana vio la luz el sombrío juego Black The Fall, de los rumanos de Sand Sailor Studio. El título, cuyos creadores afirmaron que fue inspirado en el régimen comunista en que vivió Rumania hasta 1989, sitúa al jugador en una nación futurista bajo un sistema totalitario.
¿El objetivo? Burlar extremas medidas de seguridad para lograr que el personaje principal, un maquinista harto de su rutina diaria, escape en busca de una nueva vida.
La experiencia
El ingenio y los reflejos son fundamentales para avanzar a lo largo del juego, puesto que éste se basa en ir superando puzzles que se van complicando cada vez más.
Al mismo tiempo, se van incorporando nuevos elementos. Por ejemplo, se puede obtener un rayo láser que da órdenes a los compañeros de trabajo del protagonista y, más adelante, un robot abandonado se suma a la causa de huida del protagonista.
Según el sitio web de videojuegos Vandal.net, que plasmó su opinión en Metacritic.com, el juego "es un título muy interesante, en el cual se ve influencia de juegos como Limbo o Inside, pero que tiene sus propias características. Los puzzles, basados en ensayo y error, pueden ser algo exasperantes, pero la experiencia en su totalidad los vale".
Mientras, GameSpew destacó que "'Black The Fall' definitivamente no es para un jugador casual; es una locura difícil. Pero para alguien que busca un reto divertido vale la pena intentarlo una, dos o tres veces, pues va a morir...y mucho".
Finalmente, el profesor de la carrera de Animación Digital y Diseño de Videojuegos de la Universidad del Pacífico, Juan Pablo Soto, dice que, pese a que aún no lo prueba, quiere hacerlo cuanto antes, principalmente por la forma en la que cuentan la historia.
Que "me narren una historia a medida que voy avanzando, sin necesidad de diálogos, sino que lo mismo que estoy viendo me transmita una historia" es algo llamativo, afirma.