Para ellos el amor al uniforme fue más fuerte
Dos soldados y un oficial dejaron en segundo plano promisorios futuros en el mundo civil o difíciles situaciones familiares para servir en el Ejército.
Cada juramento a la bandera tiene a nuevos efectivos militares comprometiéndose con la Patria y el Ejército, ceremonia que en Arica tiene un matiz distinto, puesto que se relaciona con la historia de sacrificios y heroísmo de la Guerra del Pacífico.
Esa historia también hoy la viven aquellos militares que llegan al extremos norte, dejando atrás a sus familiares y amigos por la vocación de servicio a su patria.
Aldo Hidalgo, es subteniente de Infantería y dejó la carrera de Ingeniería en Minas, para seguir en el Ejército.
"Yo escogí venir a Arica, lo que depende del desempeño que uno tenga dentro de la Escuela. Lo importante es que se dieron las cosas como quería", aseguró el subteniente Hidalgo, quien jurará hoy en la Brigada Motorizada Huamachuco, en Putre.
El oficial explicó, además, que "a mí siempre me gustó Arica y venir al Morro, que es el signo de la Infantería. Incluso la historia del 7 de Junio se vive de igual forma en todos los regimientos de Chile".
Agregó que antes de venir a esta ciudad, "nos decían que en Arica el 7 de Junio se vivía como el 18 de Septiembre".
Cristóbal Urrutia, conscripto de la Brigada Motorizada Huamachuco, en Putre, también optó por seguir carrera en el Ejército, aunque antes intentará seguir la carrera de Medicina, para luego regresar a la institución a servir como profesional.
"Cuando estaba en tercero medio el Barros Borgoño, me decidí por ingresar al Ejército. Mi sueño es estudiar medicina y luego seguir en el Ejército", aseveró.
El soldado Urrutia obtuvo 695 puntos en la PSU y ahora espera subir la puntuación para ingresar a Medicina. "Postulé a Ingeniería Forestal en la U. de Chile e Ingeniería Eléctrica, en la Usach, pero tuve el llamado del Ejército", subrayó.
Sobre estar en Parinacota para el juramento a la bandera, el soldado Urrutia, manifestó que "cuando supe mi destinación me gustó, ya que siempre quise hacer el servicio militar en Putre. Sobre jurar en esta zona , será único, ya que los ariqueños se ponen la camiseta".
Madre enferma
La conscripto Ana Mendoza Rivas pertenece al Regimiento Logístico Pisagua, e ingresó en abril a realizar su servicio militar, trasladándose desde San Bernardo, en Santiago.
Para ella este juramento, realizado ayer frente al Morro, tuvo muchos sentimientos encontrados. Por un lado, su amor y vocación por la institución y por otra el tener que estar lejos de su familia y de su madre, la que se encuentra hospitalizada en la capital y que no pudo venir a acompañarla. Sin embargo, su padre Juan Mendoza y su hermana Camila, llegaron para estar con ella en el Juramento a la Bandera".
"La familia es la fuerza y la base de todo", dijo la soldado Mendoza, la que aseguró que "nunca antes había estado tantas horas de pie", refiriéndose a la preparación de la ceremonia.
Sobre el Juramento a la Bandera y el estar en Arica, la soldado resaltó que, "siento que todo ha sido bonito, desde cuando me explicaron el tema de la historia y del himno que se canta en esta ciudad".