Javiera Paz Cámara Lizama tiene 21 años y postula a uno de los cupos que ofrece el nuevo casino que se instalará en la ciudad a mediados de septiembre.
La tarde del viernes y mientras la joven salía del Edificio Empressarial con la noticia que era una de las preseleccionadas a un puesto laboral en el futuro recinto de entretención ubicado en Avenida Velásquez, pensó que lo más sano sería pasar por la Parroquia Virgen de Las Peñas y agradecer la oportunidad laboral que le estaba entregando la vida a ella y a su familia, incluyendo su pareja y su hijo de un año.
Y en eso estaba al interior del templo religioso, específicamente frente a la imagen de Jesús, cuando en dos minutos, su estado de felicidad cambió a la angustia, miedo y shock.
Javiera rezaba en voz baja, cuando sintió una enorme patada por la espalda, la que llegó a su rostro, seguido de una sarta de golpes de puño que la obligaron a arrinconarse y luego a zafarse de un sujeto, quien después abandonó el lugar como si nada hubiese pasado.
Tras lo anterior, y la llegada de Carabineros, entre seis funcionarios motorizados lograron dar con el paradero del mismo, quien se ocultaba en la pileta del Parque Vicuña Mackenna.
El caso hacía responsable a un hombre de 27 años, quien padece un grado de enfermedad mental y que según el mayor Gabriel Guerrero Nova, comisario de la Primera Comisaría, "presenta dos detenciones por lesiones y una por porte de arma blanca, por lo que si bien el Ministerio Público nos ordenó dejarlo en libertad, ya nos informaron que se encuentra internado en la Unidad de Siquiatría del hospital regional", explicó.
¿Pero cómo está la joven de 21 años tras lo ocurrido en casi dos minutos al interior del templo?
"No podría mentirle y decirle que con el paso de los días estoy bien, porque no lo estoy del todo", cuenta.
"Aún me duele la cabeza y la espalda, y estoy reacia a salir a la calle así por así. Mi familia me dijo que si salía, lo hiciera acompañada, ya que tengo un hijo de un año y obviamente no me gustaría que nos topáramos con esa escena".
- ¿Sabías de la existencia de tu agresor?
- Lo había visto un par de veces. Sé que tiene un grado de esquizofrenia, pero una persona así, con un estado mental como el suyo, no hace esto, huye y se esconde en una pileta. Es vivito, ya que incluso cuando lo detuvieron, me decía si lo podía perdonar, onda para que fuera liberado.
- Varios que lo ubican dicen que ya se ha mandado hartos numeritos así.
- Supe que una vez golpeó a una embarazada afuera de Farmacias Ahumada y a una abuela también en el centro.
- Piensas que te lo podrías topar de nuevo.
- No me voy a privar de ir al centro o a la iglesia por estas cosas, pero sí lo haré con mucha más precaución. Ahora si me preguntan si tengo remordimientos, veo el video y la forma en que me atacó y creo que le haría lo mismo que me hizo él, para que aprendiera a no hacer lo que no se debe.