Pasó siete meses en la cárcel de Acha por un delito que no cometió. En esa condición permaneció Milagros Alvarez Mamani de 37 años, quien fue condenada por el delito de tráfico de drogas y todo se debió por haberle hecho un favor a una amiga, quien le pidió que le llevara un bolso con mercadería a Chile.
El hecho ocurrió el 24 de agosto de 2016, cuando Milagros se encontraba en el Complejo Fronterizo de Challuta y al pasar por la revisión de Aduanas el bolso que le entregó su amiga, a un fiscalizador le llamó la atención el peso que tenían unos tarros de leche evaporada que al abrirlos, estos contenían en su interior cocaína líquida. Los 15 tarros arrojaron un peso de 7 kilos 550 gramos de droga.
En ese momento se le vino el mundo abajo, porque nadie le creía, cuando les decía que desconocía la existencia de dicha droga. Fue detenida y formalizada por tráfico de drogas y quedó en prisión preventiva, arriesgando una condena de 8 años de cárcel.
Un favor
Su abogado particular Carlos Opazo, contó que su representada viajaba constantemente a Chile a ver a su esposo, ya que este estaba trabajando en Calama. Señaló que su peluquera y amiga le pidió que le llevara una bolsa con mercadería que tenía que dejar en custodia del terminal a nombre de una mujer y ella accedió.
"En todo momento, ella les señaló que dicha droga no le pertenecía, que le hizo un favor a una amiga y esta le pasó 20 mil pesos para la locomoción", contó el abogado.
Absuelta
Cuando Milagros estaba a punto de no creer en la justicia, el Tribunal de Juicio Oral la absolvió de todos los cargos y recuperó su libertad porque no se pudo acreditar si efectivamente ella tenía conocimiento de la sustancia ilícita.
"La prueba que presentamos en el juicio la cual demostraba que Milagros no cumplía el perfil típico del burrero que ingresa a Chile con drogas fue importante; primero ella no se colocó nerviosa, tiene un domicilio en el país y dio el nombre de la persona a quien le tenía que entregar el bolso. Además tenía un patrimonio importante en el Perú que se logró acreditar con escritura auténtica de la Cancillería. Estaba casada, con hijos chilenos y una visa definitiva desde el 2008", señaló Opazo. También fue importante para el tribunal que confesara que por el favor, su amiga le pasó 20 mil pesos, cifra que no coincide con los pagos que realizan los traficantes.