La Fiscalía está a la espera que lleguen desde el Perú a Arica dos personas que integran la mayor red internacional de tráfico de migrantes, luego que la Corte Suprema de Justicia del vecino país acogió la solicitud de extradición.
Estas dos personas fueron requeridas por Chile luego que en octubre pasado la Fiscalía de Arica desarticulara esta red responsable del ingreso ilegal de más de 200 personas, en su mayoría de nacionalidad dominicana, desde el año 2014.
Quiénes son
Quienes serán extraditados son los hermanos Kharlo y Kliver Zárate Sunción. Ellos fueron formalizados en ausencia por la Fiscal Regional Javiera López, imputados por tráfico de migrantes y asociación ilícita para el tráfico de migrantes ya que son considerados como los miembros operativos de la organización en la frontera de Ecuador con Perú y quienes coordinaban los aspectos logísticos del traslado y acopio de los extranjeros en el marco de su viaje hasta Tacna para desde ahí cruzar clandestinamente a Chile. Actualmente se encuentran en prisión preventiva en el distrito de Tumbes, en el vecino país.
A ellos se suman los líderes de la red, Soledad Maquera Clavetía y Juan Castillo Vilca, quienes se encuentran procesados por esta causa en Tacna, además de los ciudadanos bolivianos Gabriel Ayca y Sulma Moya, sobre quienes el Poder Judicial de Perú y Bolivia, respectivamente, aún no resuelven su situación judicial.
"Si bien todos los miembros de esta organización criminal fueron formalizados en ausencia por 42 casos, actualmente estamos trabajando con más de 200 personas que fueron captadas e ingresadas a Chile, incluso por zonas de campos minados. Respecto de los otros cuatro imputados, estamos a la espera de lo que resuelva el Poder Judicial de Perú y Bolivia, respectivamente, y en el caso de los dos imputados a los que ya se acogió la petición por la Corte Suprema del vecino país, la última palabra la tiene el Poder Ejecutivo de Perú, quienes deberían fijar un plazo para hacer efectiva la llegada a Chile de los extraditados" explicó la fiscal.
Cómo operaba
Según la investigación, el grupo captaba a ciudadanos dominicanos en su país de origen ofreciendo bajo engaño trasladarlos hasta Chile, con la promesa de entregarles visas de trabajo y alojamiento por un mes. Para ello, cobraban sumas de entre los 700 y 3 mil dólares.
Tras ello, las personas eran trasladadas por vía aérea hasta Colombia o Ecuador, para seguir su camino por vía terrestre, ya fuera en buses, camionetas o automóviles, hacia Perú. En este último país, la red tenía habilitadas casas de acopio de personas en Sullana, junto a la frontera con Ecuador, y en Tacna.
La mayoría de los migrantes ingresaban a nuestro país desde la ciudad de Tacna a Arica, desplazándose a pie por zonas de campos minados.