Falta poco para que termine mayo, el Mes del Reciclaje, pero el mensaje debiera permanecer todo el año en la conciencia colectiva, tanto a nivel social como empresarial. En el caso de la industria de la impresión los desafíos inmediatos son dos:

El primero es el consumo de papel. En promedio, cada persona del mundo consume 48 kilos de papel al año, y si tan sólo se reutilizara la mitad de las hojas consumidas, se evitaría la tala de 81 mil kilómetros cuadrados de bosques, equivalente al 47% de la superficie de bosques en Chile. De la mano con la digitalización, las nuevas tendencias apuntan al acceso a documentos de manera remota sin la necesidad de imprimir.

El segundo desafío está relacionado con los desechos de dispositivos electrónicos. Si bien cerca del 97% de los componentes de un aparato se puede reciclar, el aumento de la basura electrónica llega a cifras preocupantes. En este sentido, la Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor es un ejemplo de hacia dónde debemos ir.

Sin embargo, otro aspecto muy importante es la implementación de prácticas orientadas a hacerse cargo de los residuos y fijar metas de manera continua. Por ejemplo, actualmente hay compañías que han logrado reciclar incluso tres cuartas partes de sus residuos.

El reciclaje es tarea de todos y la industria de la impresión, a través de soluciones nuevas e innovadoras está dando con la fórmula para ayudar a frenar el impacto medioambiental, y al mismo tiempo generar una cultura de ahorro de recursos e insumos.

José Gómez Ríos

Lexmark